Ante un posible escenario catastrófico de que el año próximo, en la antesala de la sucesión presidencial de 2024, el PRI sólo se quede con una gubernatura –la de Durango, la única que ganó en alianza con el PAN y PRD en las elecciones del domingo antepasado en seis estados–, un grupo de exlíderes priistas se reunirá este martes 14 con su dirigente nacional Alejandro “Alito” Moreno para analizar el momento “especialmente delicado” por el que atraviesa el partido tricolor, y “debatir y sobre todo reflexionar” acerca de los “últimos acontecimientos que atañen a nuestro instituto político y que sin exagerar pueden ser determinantes para su futuro…”.
La reunión, solicitada por Claudia Ruiz Massieu, Carolina Monroy del Mazo, Manlio Fabio Beltrones, César Camacho Quiroz, Pedro Joaquín Coldwell, Beatriz Paredes, Humberto Roque y Miguel Ángel Osorio Chong generó algunos reclamos, como el expresado por Carlos Eduardo Gutiérrez Mancilla, dirigente nacional de la Red Jóvenes X México, quien publicó en Twitter: “‘Y cuando despertamos los Dinosaurios todavía estaban ahí’ que bueno que están volteando a ver al PRI pero más nos hubiera dado gusto verlos así de activos en las campañas, la política es hoy, ya no podemos seguir viviendo de glorias pasadas, ahora es cuando deben mostrar la UNIDAD (sic)”.
La reacción de este incondicional de Moreno era de esperarse, pues ya otros exdirigentes, entre ellos el tabasqueño Roberto Madrazo, están demandando la renovación del Comité Ejecutivo Nacional priista que obviamente implica la salida del campechano y compañía.
Sin embargo, “Alito” se atrincheró y este miércoles envió por Twitter sendos mensajes en los que entrelíneas les dice a sus detractores que no piensa entregar el cargo partidista antes del año próximo. Y es que ese día difundió dos fotografías, una con Rodrigo Fuentes Ávila, presidente del CDE de Coahuila, y otra con Eric Sevilla Montes de Oca, dirigente tricolor del Estado de México, con los que ya trabaja para las elecciones de gobernador que se realizarán en 2023 en ambas entidades.
Pero el campechano sigue sin entender aún el demoledor mensaje que la ciudadanía les dirigió desde la elección de 2018 y que luego se replicó en 2021 en su propio estado, cuya gubernatura ganó su acérrima enemiga política Layda Sansores, de Morena, la cual filtró en el pasado proceso electoral una serie de audios en contra del dirigente del PRI que obviamente restaron votos a su partido.
Aunque en Hidalgo perdió por traicionar al gobernador Omar Fayad, quien en 2019, cuando Moreno buscaba la dirigencia partidista, había pactado con el mandatario postular para la gubernatura a Israel Félix Soto, exsecretario particular y exsecretario de Gobierno de Fayad y actual presidente municipal de Mineral de la Reforma.
Y es que “Alito” maniobró para que la alianza tripartidista sacara como candidata del PAN en Hidalgo a su secretaria general del CEN del PRI, Carolina Viggiano, mientras que en Durango, donde gobierna José Rosas Aispuro, del partido blanquiazul, impusieron al priista Esteban Alejandro Villegas Villarreal, quien en 2016 contendió contra el mandatario de Acción Nacional.
¿Así piensa ganar en Coahuila y Estado de México el año entrante?
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