¿Por qué rechazan PRI, PAN, PRD y MC el juicio político y la revocación de mandato?

Morena, PT, PES y PVEM tienen el propósito de convocar, en la sesión de hoy de la Comisión Permanente, la celebración de un nuevo periodo extraordinario de sesiones. Y los temas que querrían inscribir en el orden del día son los dictámenes de leyes que tienen que ver con la nueva norma reglamentaria sobre la revocación de mandato y la ley que reglamentaría el juicio político y el juicio de procedencia.

La convocatoria de dicho periodo extraordinario no está fácil porque se requiere una votación aprobatoria de cuando menos dos tercios de los legisladores presentes en la asamblea. Les falta uno. Y ese uno rigurosamente tendría que ser de uno de los legisladores del PAN, PRI, PRD o MC.

Estos cuatro partidos opositores no desean, para nada, que sea aprobada la ley reglamentaria de la revocación de mandato, como tampoco quieren, para nada, que se apruebe la nueva ley federal de juicio político y juicio de procedencia.

¿Por qué el PAN, PRI, PRD y MC abominan esos dos temas legislativos, a grado tal que están haciendo hasta lo imposible por retardar sus aprobaciones?

Uno. En el caso de la revocación de mandato, PRI, PAN, PRD y MC no tienen absolutamente ningún interés en que se lleve a cabo el ejercicio de democracia participativa o directa de revocación de mandato, prevista para su realización el 1 de marzo del año próximo.

Acostumbrados al verticalismo, a la simulación, al agandalle, están –panistas, priístas, mcedistas y perredistas- muy enojados porque la población, con esta práctica inédita en la vida del país, estaría aprendiendo a participar en la vida pública del país, como nunca antes lo permitieron ellos.

PAN, PRI, PRD y MC tienen el sueño guajiro de que algún día volverán a detentar la presidencia de la República. Y trabajan, incesantemente, haciendo labor de zapa.

Este cuarteto de partidos de oposición buscan denodadamente soliviantar los ánimos de la gente, arguyendo que Andrés Manuel López Obrador pretende reelegirse y utiliza la revocación de mandato.

PAN, PRI, PRD y MC se han dedicado a poner piedritas y piedrotas en el camino de la revocación de mandato. He aquí algunos ejemplos: con ayuda del nefasto INE, hicieron que dicho ejercicio de consulta no se llevara a cabo el pasado 6 de junio, como lo habían propuesto desde hace dos años los diputados y senadores de Morena, PT, PVEM y PES.

Los opositores ahora arguyeron que lo que, en realidad, quería López Obrador era aparecer en las boletas de la pasada elección intermedia, para ayudar a los candidatos de los partidos que lo apuntalan. Y, siempre con la complicidad de Lorenzo Córdova, titular del INE, y de consejeros del INE afines totalmente al PRI como Ciro Murayama, decidieron que la consulta para revocación del mandato se celebre no hasta el 1 de marzo del 2022.

Pero ahora tampoco quieren. Y PAN, PRI, MC y PRD están haciendo todas las marranadas de que son capaces para evitar que la ley reglamentaria de revocación de mandato se pueda aprobar. Y no aprobándose, pues entonces el desventurado INE tendría toda la sartén por el mango para justificar que dicho ejercicio de democracia directa no se celebrase. Y en esto están ahora, precisamente.

Pero, además, traen PAN, PRI, PRD y MC entre ceja, oreja y… la idea de que no celebrándose la consulta de revocación de mandato, estarían sembrando el desánimo en la población de que, Andrés Manuel López Obrador, ni siquiera estando en la presidencia habría tenido el poder para salirse con la suya.

Y otra cosa que motiva al PAN, PRI, PRD y MC para oponerse: en el caso hipotético de que uno de los suyos alcanzara la presidencia de la República en 2024 –piensan en Ricardo Monreal, ese caballo de Troya que todavía permanece dentro de las filas de Morena y con el control en la mano del Senado de la República-, esa idea de la revocación de mandato del presidente de la República en turno, quedaría defenestrada si no para siempre si cuando menos por muchos años.

Casualmente, este tema legislativo de la revocación de mandato fue atorado en el Senado estos días, por las huestes de Ricardo Monreal.

Y dos. Morena, PT, PES y PVEM quieren incorporar en la agenda legislativa de un periodo extraordinario de sesiones la discusión y votación de la nueva Ley Federal de Juicio Político. Un dictamen aprobado ya en comisiones que, por cierto, fue obstaculizado por el PAN, PRI, PRD y MC para que se le incorporara en la agenda del pasado periodo extraordinario de sesiones, de la semana pasada.

Estos cuatro partidos opositores no quieren para nada que la figura de control político conocido como Juicio Político, sea reglamentado en una ley. Piensan, y piensan bien, que con esta nueva ley, muchos, muchísimos hijos de esa clase política que ellos prohijaron y a la que pertenecen, serían puestos en la picota de la población, y muchas de esas carreras políticas llegarán a su final, de golpe y porrazo.

Actualmente, el juicio político ha sido una especie de farsa del sistema político mexicano. Enjuiciar políticamente a alguien significa quitarle el derecho de participar en algún gobierno de los tres niveles, por algún tiempo. El juicio de procedencia, en cambio, sí lleva al enjuiciamiento penal, mediante la quita del fuero.

Como se ve, son muy poderosos los motivos que ven el PAN, PRI, PRD y MC para oponerse a esas dos legislaciones. Veremos qué hacen, pretextan o dicen hoy.