Lo que ve el que vive, o el que camina, o el que vive y camina. Ahí donde Flores Magón pierde su anarquista nomenclatura –que palabra, Dios, que palabra: nomenclatura— puede leerse, escrito con gis, sobre el pedazo de cemento que marca el fin de del adoquín, lo siguiente: “AMLO (HISTORIA)” y a un lado “(EL TÚNEL DEL TIEMPO)” [sic, aunque no tanto, porque las comillas son cortesía de esta columna y el letrero, adivinar de quién].
En la acera de enfrente, hay una gasolinera y un hotel; en la acera donde el letrero se instaló, un expendio de las famosas nieves. ¿Del güero-güero? ¿Hay otras? Y en contra esquina de los paninos o casi, un expendio climatizado de gordas y picadas. Por si alguien quiere ir a borrar el letrerito de marras, inocente, sí, pero revelador.
Los muros y las baldosas de las ciudades hablan y su discurso, muy a tono con esta era de protestas al por mayor y por lo que sea no es precisamente el más articulado. Antes bien, las palabras cargan en si mismas, una violencia letal o encapsulada, según el texto y el contexto. Las palabras se vuelven la única posesión de la calle, de la resistencia ante, de la manifestación contra, del desapego a, del hartazgo por...
¿El tiempo electoral genera cada cosa que sería de risa si no fuera patética: el espectacular de un partido político con hoz y martillo --¿eres tú Lenin?, ¿o Pepe? –Stalin, por supuesto— es visible lo mismo desde el Palacio de Hierro, la plaza Vela o la pendiente que lleva a la puerta del Hotel Mocambo y dice, firmado por el Partido del Trabajo (PT), que habrá 100 por ciento de aumento al salario mínimo –si ganan sus candidatos a diputados, se infiere--. ¿Así o más enérgicos los chicos del PT? Bueno, es tiempo de promesas y como el prometer no empobrece, pues… ¡a darle que es mole de olla!
¿Algún jurista en la sala? De un plumazo y por 85 votos a favor, 24 en contra y dos abstenciones, el Ministro Presidente de la (Tremenda y) Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar ha visto aumentar en dos años más su condición de presidente del máximo órgano jurisdiccional del país –mientras no haya otro mejor, órgano, no país, o ¿era el revés? — y de paso el Senado mandó al caño la propuesta de la diputada de ¡faltaba más!, el PT, Nancy de la Sierra, que proponía, como si hora del aficionado fuera, que se multara con ¡16 mil pesotes!, a quien le faltara al respeto al poder judicial. ¡Uf, que alivio!, esta columna podrá seguir diciéndole tremenda a la (Tremenda y) Suprema… ¡Venga la sentencia…! (Tranquilos, no pediré aumento en mis emolumentos en esta casa editorial, no va a haber multas. Al menos no por eso).
Agreguemos, para el anecdotario y el registro, que la reforma al poder judicial agregó también las que se harán, cámara de diputados mediante, a: la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado, La Ley Federal de Defensoría Pública, la Ley de Amparo, Ley Reglamentaria de las Fracciones I y II de del Artículo 105 Constitucional y el Código Federal de Procedimientos Civiles. Tiemblen Esperancitas y Esperancitos. ¡Ahreee!
Comentarios
Nosotros | Publicidad | Suscripciones | Contacto | Aviso de Privacidad
Reservados todos los derechos 2024 |