México, como suele hacerlo ante los equipos grandes, le hizo partido a los alemanes con quienes empató a dos goles este martes en Filadelfia, la casa de Rocky Balboa.
El duelo fue entretenido de ir y venir, por momentos con dominio alterno, pero que en más de los casos fue condicionado por el equipo que tomaba la ventaja o por el que quería ganar el partido.
Daba la impresión que los alemanes cuando se lo propusieron con tan solo apretar el pie en el acelerador les era suficiente para marcar y establecer dominio y condiciones. A México le costaba más trabajo, pero habrá que destacar que compitió, que se empleó a fondo y que hubo momentos que hizo ver mal a los teutones.
Al final, un buen partido en donde Jaime Lozano se llevó las mejores anotaciones para darle buen rumbo al proyecto 2026.
Hay posiciones que serán en el equipo mexicano por demás competidas, ese es precisamente el ataque.
Santiago Giménez, que no inició en el duelo ante Ghana, ahora sí lo hizo ante los alemanes y vaya que compitió por la constitución física que posee, pero desafortunadamente no anduvo fino a la hora del gol.
Henry Martin entró de cambio como una alternativa interesante, mientras que Raúl Jiménez y el recién naturalizado, Julián Quiñones, son otras opciones que deberá ir valorando Jaime Lozano, de donde solo uno podría jugar como centro delantero nominal, si tomamos en cuenta que por las bandas Antuna y Lozano ya pintaron su raya.
Dura la encomienda para el timonel tricolor, ya que ahora deberá ir valorando individualmente cada actuación en la selección en cada llamado o en su caso, tomar en cuenta lo que cada uno hace en sus equipos, es decir, por el momento que atraviesen.
El “Tata” Martino en su momento se decantó por la experiencia y dejó fuera al “Chaquito” por su novatez a pesar de que vivía un gran momento con su equipo, tal y como lo está haciendo en este instante.
Esperemos que Jaime Lozano haga lo conducente y no se deje llevar con situaciones externas, que siempre existen.
Leímos con atención que Halcones Rojos de Veracruz, con récord perdedor, estaría peleando la calificación a los playoffs.
Es un hecho que el equipo ha dado muestras de mejoría a lo largo del certamen, propio del trabajo cotidiano, pero no como para estar listo para pelear realmente por el título, más bien sí como para hacer comparsa.
En el beisbol, como en el futbol profesional y ahora en el baloncesto, el sistema de competencia premia a los equipos que no han hecho los méritos suficientes, primero para calificar por diferentes vías y después para aspirar a ser campeones.
Fue el propio responsable del equipo Nicolás Casalánguida el que dijo con los pelos de la burra en la mano, que el equipo es de formación, una plantilla a largo plazo y que la afición se olvide de comparar este proyecto con el del pasado, el cual nació grande y protagonista.
Ante las declaraciones anteriores surgió, como es normal, la protesta de los aficionados al señalar que si Halcones Rojos es un equipo de formación, entonces que los boletos y todo lo que implica este espectáculo no sea vendido como NBA.
Parece que esto hizo mella y fue cuando empezaron a contratar algunos rostros de mayor envergadura, con la idea de cambiar el rumbo del equipo.
Esperamos con ansias el resultado final.
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