Morena contra el nepotismo... ¡después de tanto tiempo!

• Reforma busca acabar con la "hermosa" tradición

¡Ah, mis queridos paisanos! Ahora resulta que Morena descubrió que el nepotismo es un problema. ¿Será que hasta les sorprendió, como cuando un norte en Coatza te tira la carpa de la feria?

Con bombo y platillo, la presidenta Claudia Sheinbaum nos presentó hace unos días  una reforma para combatir el nepotismo y limitar la reelección. Pero aquí entre jarochos, más de uno se pregunta: ¿será que están pateando el pesebre propio? 

La propuesta de Sheinbaum es clara: que ningún familiar directo pueda heredar cargos públicos como si fueran un puesto de antojitos en el mercado.

 Por ejemplo, si un presidente municipal está por salir, no podrá colocar a su hermano, hermana, esposa o hasta el amante en el cargo. Tendrán que esperar al menos un periodo. Con esta medida, dice Sheinbaum, quieren recuperar el espíritu de la Constitución de 1917. Bonito discurso, pero, ¿y la congruencia? 

DINASTÍAS POLÍTICAS: DE REYES A "REYESUELOS"

Y es que Morena tiene una "bonita tradición" en este tema.

Empecemos con los Monreal, que parecen más familia real que otra cosa. Ricardo Monreal, coordinador de Morena en el Senado, no solo tiene su puesto bien afianzado, sino que su hija Caty Monreal, después de perder la alcaldía de Cuauhtémoc, fue acomodada como titular del Instituto Nacional de Economía Social. Y los hermanos de Ricardo, Saúl y David, tampoco se quedan atrás: uno en el Senado y otro gobernando Zacatecas. ¡Esas sí son chambas en familia! 

¿Y qué tal la familia Alcalde Luján? Aquí el nepotismo viene con moño y confeti.

Bertha María Alcalde, nombrada fiscal de la Ciudad de México, es hermana de Luisa María Alcalde, presidenta de Morena. Y no olvidemos a mamá Bertha Luján Uranga, que estuvo pegadita a AMLO desde los tiempos de la contraloría en el DF. Por si fuera poco, hasta las primas tienen cargo. Como diría mi tía Chonita: "Esas sí son ganas de no dejar a nadie fuera del mole". 

¿Y los Batre? ¿Y los Godoy? Y... ¡hay un chin.... más paisano!

EN VERACRUZ: EL NEPOTISMO TAMBIÉN ES TRADICIÓN 

Aquí en el terruño no nos quedamos atrás. Durante la administración de Cuitláhuac García, los cargos parecían rifas familiares.

 Primos, primas, hermanos... ¡todos tuvieron su tajada! Uno de los casos más sonados fue en la Secretaría de Salud, donde un hermano del gobernador ponía y quitaba funcionarios como si estuviera repartiendo boletos para el carnaval. 

Incluso se aseguró en su momento en medios de comunicación, que un Secretario de Salud, y ahora diputado federal, tenía trabajando en la dependencia, siete sobrinos.

Y con las elecciones municipales a la vuelta de la esquina, no faltan los que quieren dejar al compadre, la comadre o hasta el concuño en el puesto. No nos hagamos, en algunos rincones de Veracruz las candidaturas se reparten más rápido que el pan de muerto en noviembre. 

Ya el Senador Manuel Huerta salió a reclamarle al Delegado de bienestar en Veracruz, Juan Javier Gómez Cazarín, quien intenta dejar a su hermano en la administración municipal, cuando está por terminar el gobierno de su padre.

Como diría el clásico, ¡no tienen llenadera!.

Incluso a veces para intentar tapar estos temas del nepotismo se acude a las frases de que si son familia, pero tienen el "perfil adecuado" para desempeñar el puesto.

 Como ocurrió con el ex alcalde de Tuxpan José Manuel Pozos Castro, ahora subsecretario de gobierno y su hijo José Manuel Pozos del Angel quien está de responsable en Invivienda.

Pero bueno, con tal de no llamar a las cosas por su nombre, la política siempre tendrá "nuevas definiciones".

¿UNA REFORMA QUE PREDIQUE CON EL EJEMPLO?

La idea de Sheinbaum no es mala. Combatir el nepotismo y limitar la reelección es necesario, especialmente en un país donde los apellidos parecen tener más peso que los méritos.

Pero, ¿cómo creen que tomaremos en serio la propuesta si dentro del mismo Morena se practica lo contrario? El partido debería comenzar a predicar con el ejemplo y limpiar su casa antes de salir a barrer la calle. 

Como jarochos, estamos acostumbrados a lidiar con los nortes y los calores, pero el nepotismo ya es otro nivel. Si Morena realmente quiere ganarse la confianza del pueblo, tendrá que demostrar que no solo se trata de discursos bonitos, sino de acciones concretas. 

Mientras tanto, sigamos observando este teatro político, que seguro nos dará más de qué hablar. Y ya saben, si en las próximas elecciones ven a algún pariente "casualmente" acomodado en un puesto, no olviden levantar la ceja, porque como diríamos aquí: "Se ven las caras, pero nunca las mañas".

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