Más divisiones en el PAN del ‘Chapito’

El ser oposición de poco le ha servido a Acción Nacional en Veracruz, pues de cara al proceso electoral de 2021 mantiene las viejas prácticas de vender candidaturas bajo la batuta de Joaquín Guzmán “El Chapito”, y han salido a flote –señalado por huestes internas- otras prácticas que apuntan a la corrupción y de división al interior de las filas del blanquiazul en todas las regiones del estado.

Esta conducta, fue algo de lo que argumenta, y que derramó el vaso para Javier Hernández Candanedo, exalcalde de Misantla, hermano del actual presidente municipal y tío de la diputada local, María Graciela Hernández Iñiguez; todos emanados de Acción Nacional, y quien este jueves sin tanto preámbulo, presentó su renuncia a su militancia azul.

De igual forma, ratificó su distanciamiento político con su consanguíneo Othón, a quien apoyó para llegar a la alcaldía, sin embargo, se dijo decepcionado por el incumplimiento de los acuerdos para impulsar a las comunidades, así como por su extraña cercanía con priistas con señalamientos públicos de corrupción.

Por si fuera poco ha criticado el hecho de que su familiar se haya integrado como parte del grupo político de los Yunes, ya impresentables ante los panistas con principios y valores, argumenta.

El exedil panista afirmó que con su renuncia buscará luchar, ahora desde otra trinchera, para desterrar la corrupción en “nuestra sociedad y sentar las bases para una mejor calidad de vida para el pueblo, lo cual desde Acción Nacional ya no es posible ante la serie de actos de corrupción y alianzas negativas con personajes ligados al PRI”.

Lamentó que la dirigencia estatal, a cargo de Joaquín Guzmán Avilés, no entienda el papel que ahora debe jugar desde la oposición, que no comprenda lo que hoy demanda la sociedad de los partidos y de los políticos, porque pretende sacar provecho personal con las candidaturas a puestos de elección de cara a la contienda del 2021.

El coordinador de los Distritos VII y VIII, recriminó que la dirigencia estatal abone a la división interna y a la pérdida de liderazgos, por lo que no se descartan que en fechas próximas se esté dando una renuncia masiva de militantes, de fundadores del partido en Misantla, que desgraciadamente ven como los valores e ideales partidistas se pierden en la danza del “dinero” por las candidaturas, en las corruptelas y negocios al amparo de la política.

MUY EN CORTO

USAN EL APELLIDO DE AMLO. Un avezado veracruzano que merodeó en un tiempo Ciudad Madero y sus alrededores, pero que se siente factor de poder por estar casado con la sobrina del Presidente Andrés Manuel López Obrador, está a punto de ser exhibido por diversos actos que podrían caer en corrupción, práctica que ha sido en el discurso y la práctica el cáncer a vencer de quien encabeza la Cuarta Transformación.

Este pariente incómodo se anuncia ya como precandidato a la alcaldía del municipio de Alvarado por las siglas de Morena, pero quienes lo conocen, afirman que pretende sostener su carrera política basado en hechos de chantaje y hasta extorsión.

Existe un fuerte constructor de Reynosa, también en Tamaulipas, que podría exponer todas sus argucias, pidió prestado, solicitó apoyos, ofreció obras y no cumple.

Consolidado como un importante empresario, sabe que su palabra pesa, y tiene más credibilidad porque además cuenta con las evidencias. Por lo que ante toda clase de pretextos que le ha puesto este personaje, dice contar con las pruebas que serán exhibidas, parece que hay un nuevo Pío en camino, pues la corrupción carcome la candidatura del sobrino incómodo en Veracruz.

Y es que en Alvarado lo tienen bien ubicado. Se trata de Gerardo Cano Adriano García, quien está casado con la hija de Martín López Obrador.