De no ser por el escándalo provocado por los torpes y prepotentes policías de la Secretaría de Seguridad Pública del estado que retuvieron y supuestamente encañonaron durante media hora en Coatzacoalcos a Manuel Velasco, pocos se habrían enterado el viernes pasado de la presencia en el sur de Veracruz del exgobernador de Chiapas, uno de los seis aspirantes presidenciales que buscan ser postulados por la coalición Morena-PVEM-PT en 2024.
¿Deberás ninguno de los uniformados reconoció de inmediato al supuestamente popular Güero Velasco, quien ha cobrado más fama por ser el esposo de la cantante Anahí, del grupo musical RBD, que por su trayectoria política como exmandatario chiapaneco y excoordinador de la bancada del PVEM en el Senado de la República?
¡Vaya que debió ser muy frustrante y traumatizante para el chiapaneco pasar no solamente como un político desconocido, sino que inclusive lo confundieran con un presunto capo criminal! Y no sólo él, sino también sus correligionarios veracruzanos que lo acompañaban, entre ellos Javier Herrera Borunda, quien actualmente se desempeña como secretario de Organización del comité nacional del PVEM, cargo que obtuvo precisamente por el apoyo de Velasco Coello.
¿O es que acaso el operativo policiaco que retuvo al convoy del exgobernador de Chiapas fue motivado por la evidente inquina que el grupo gobernante de Morena ha mostrado hacia el hijo del popular exgobernador priista Fidel Herrera Beltrán, al cual se le estuvo mencionando en los días previos como el virtual candidato de la coalición obradorista al Senado, cargo de elección popular al que aspira también un grupo de funcionarios del gobierno estatal que controla relevantes posiciones administrativas y operativas de la Secretaría de Seguridad Pública del estado?
De acuerdo con las versiones difundidas, la hipotética candidatura senatorial de Herrera Borunda –quien en 2021 fue “exiliado” del estado cuando quiso ser candidato a diputado federal por Cosamaloapan– habría sido pactada ya en un anticipado acuerdo avalado por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Así que resultaría absurdo que en Veracruz le hubieran hecho esta jugarreta al Güero Velasco, quien últimamente se ha decantado a favor de la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, la presunta favorita de Palacio Nacional y del grupo morenista que gobierna el territorio veracruzano.
Así, al menos, quedó evidenciada el pasado jueves la complicidad de Velasco Coello en el sorteo donde se definió a las cuatro empresas que realizarán las encuestas espejo para la selección de quien eventualmente se convertirá en el candidato presidencial, cuyo resultado se negó a firmar la senadora Malú Mícher porque no resultó seleccionada ninguna de las dos propuestas del excanciller Marcelo Ebrard, mientras que Arturo Ávila y Alejandro Rojas Díaz Durán, representantes de Adán Augusto López y Ricardo Monreal, lo hicieron bajo reserva al señalar que el par de las cuestionadas empresas recomendadas por Sheinbaum y Velasco no cumplían con los lineamientos establecidos por el Consejo Nacional de Morena ya que habían tenido errores hasta por 15 puntos en procesos electorales anteriores, como en los comicios de gobernador del Estado de México de junio pasado.
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