Como se sospechaba, hubo presiones en la cúpula de Morena para cambiar los resultados de las encuestas para designar a los candidatos que van a representar a la alianza “Sigamos Haciendo Historia”.
Al menos así ocurrió para la designación de las candidaturas a las diputaciones federales en los 300 distritos que se dieron a conocer el pasado jueves 15 de febrero. Gerardo Fernández Noroña, coordinador de Enlace con Organizaciones Sociales y Civiles de la candidata presidencial de Morena, Claudia Sheinbaum, lo confirmó.
Fernández Noroña aseguró que hubo presiones para que algunos que ganaron la encuesta no fueran, pero la candidata presidencial se impuso y finalmente se tuvieron que respetar los resultados.
Lo anterior explicaría por qué en Veracruz se presentaron los resultados que se presentaron, con legisladores que buscan reelegirse por segunda y hasta por tercera ocasión, cuando es una práctica que en Morena no está bien vista.
También explicaría porque el presidente municipal de Zongolica, Benito Aguas, sin haberse inscrito en la encuesta resultó nominado y ahora piensa si declinar a la invitación. Como él, nos cuentan que otros más se estarían bajando de la candidatura.
Y si esto pasó en la nominación para las candidaturas a la diputación federal, lo que pasó en la designación de la candidatura al Senado en la segunda fórmula es obvio, fue un acuerdo y no la encuesta; y lo que se espera para las diputaciones locales.
Con un pie casi fuera de la cárcel, luego de ganar un amparo para que le fuera concedida la prisión domiciliaria, a Jorge Winckler, exfiscal de Veracruz y uno de los más cercanos al exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares durante su gobierno, le pararon el alto desde la Fiscalía General del Estado.
La dependencia formuló las acusaciones por el delito de tortura y logró que un juez imputara este nuevo delito en contra del exfuncionario, que con las maletas listas parece que solo le sirvieron para dejar el penal del Altiplano y llegar a Pacho Viejo, en donde metió a muchos funcionarios del gobierno duartista cuando tuvo el poder.
Pero si pensaban que se les pondría una estrellita en la frente se equivocaron. Primero porque si Winckler tenía un pie fuera de la cárcel, es evidente que fue porque no lograron aportar las pruebas suficientes para sostener el proceso.
En segundo lugar, porque al mismo tiempo que se llevaba la audiencia en contra del exfiscal, en los mismos juzgados de Pacho Viejo recibían otro revés, pero en este caso de la expresidenta del Instituto Veracruzano de Acceso a la Información (IVAI), Yolli García Álvarez, quien logró ser absuelta de las acusaciones en su contra por los delitos de peculado e incumplimiento de un deber legal.
Aunque todavía espera la resolución sobre dos delitos más en su contra, estos son combatidos con amparos y puede dar otra sorpresa, en lo inmediato, recobra su libertad y suma otro palo a la Fiscalía de Verónica Hernández Giadáns y Cuitláhuac García.
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