Pues se supone que este lunes se reanudaron las actividades en el ayuntamiento de Veracruz y todos los demás niveles de gobierno porque y ya pasaron las elecciones.
Sin embargo, a diferencia de otros días siguientes a los procesos electorales, no se vio caminar por el Zócalo de Veracruz y sus alrededores a los empleados municipales.
Y como nunca falta un maldoso con humor negro, alguien preguntó si no sería una señal de duelo por el resultado adverso en los comicios del reciente domingo 2 de junio. ¿Será? Pues vaya usted a saber, pero el Palacio Municipal de Veracruz no tenía este lunes la jovialidad de otras temporadas.
Pero ya se les pasará. Hay quienes tienen más vidas que un gato.
El pasado domingo 2 de junio será recordado como un día histórico para Veracruz. La participación ciudadana en las urnas superó todas las expectativas, reflejando un compromiso democrático sin precedentes. Desde antes de las 8 de la mañana, cuando las casillas aún no habían abierto, ya se podía observar largas filas de veracruzanos esperando ejercer su derecho al voto.
Este fervor democrático no solo subraya el interés y la responsabilidad cívica de la población, sino también su deseo de ser parte activa en la construcción del futuro político de su estado y su país. La imagen de los ciudadanos, jóvenes y mayores, esperando pacientemente para votar, es un testimonio elocuente de una sociedad que entiende la importancia de su voz en el proceso electoral.
La alta afluencia a las urnas es una señal clara para los futuros gobernantes y legisladores: los veracruzanos están atentos y demandan que sus necesidades y expectativas sean escuchadas y atendidas. Este nivel de participación es un mensaje sobre el deseo de un cambio y una mejora en la calidad de vida, así como una apuesta por una administración transparente y eficiente.
Ojalá pudiéramos recolectar las lágrimas del sector más rancio de conservadores del PAN y el PRI que han llorado luego de la apabullante derrota sufrida la pasada jornada electoral para volver a llenar la Laguna de Lagartos en Veracruz.
Tuvieron 6 años para crear una estrategia de convencimiento a los votantes y lo único que hicieron fue menospreciar al pueblo con insultos de flojos, nacos y otros peores, que solo dejaron ver su lado más racista y clasista, por lo que nunca pudieron captar a la gente hacia su causa.
Tantas cosas que criticarle a los gobiernos de Morena y no fueron capaces de convencer a los votantes por estar tan cegados por su ira contra AMLO que al final terminó siendo su perdición y no se ve como se vayan a poder levantar de la lona.
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