Originalmente, tras el impacto del huracán “Grace” en Veracruz, el Gobierno del Estado solicitó el pasado 21 de agosto la declaratoria de emergencia para 22 municipios veracruzanos. Luego incluyó en la lista a Xalapa, Jilotepec y Actopan, cuyas afectaciones no estaban en el radar de Protección Civil.
La propia secretaria Guadalupe Osorno reconoció: sus pronósticos no esperaban tanta lluvia en la capital de Veracruz; e incluso, no pudieron contemplar la emergencia registrada en Xalapa, donde las lluvias provocaron no sólo inundaciones, sino también deslaves en zonas pobladas; ello derivó en la pérdida de siete vidas humanas.
La funcionaria, señalada en algunos medios por un presunto caso de negligencia, ofreció una rueda de prensa en Álamo, norte de Veracruz: “desafortunadamente en la ciudad de Xalapa llovió demasiado… no estaba integrado en los modelos, no pudimos alertar a la gente…”.
Y como para expiar culpas, señaló doña Guadalupe que no todas las veces se puede alertar a la población.
Lamentable declaración de quien se supone tiene precisamente la encomienda de evitar tragedias como la ocurrida el sábado 21 de agosto en Xalapa.
Si no es tarea de Protección Civil evitar que los desastres naturales cobren vidas o afecten la integridad de las personas en zonas vulnerables, entonces ¿de quién es esa responsabilidad?
Este martes, tres días después del impacto de “Grace” en Veracruz, el gobernador Cuitláhuac García anunció en Córdoba, en el marco de la celebración de los 200 años de los Tratados, que la relación de municipios afectados por el meteoro se extendió a 58.
Hace dos días, la declaratoria de emergencia consideraba a 50 municipios, desde la Huasteca Baja de Veracruz hasta el Totonacapan y la región de Xalapa.
Originalmente estaban considerados sólo 22 municipios en la lista de afectaciones por “Grace”; de ahí se sumaron otros 3 que no estaban en el radar de Protección Civil, Xalapa entre ellos. Han pasado 3 días de que el huracán tocó tierra en el norte de Veracruz, como un fenómeno de categoría 3; y al parecer, siguen descubriendo daños.
Los daños en la zona norte de Veracruz
En comunicación con la prensa local de Poza Rica, el panorama que plantean es desolador: unas 15 mil casas presentan daños; y en algunas colonias, como la Petromex, Tepeyac y Arroyo del Maíz siguen sin energía eléctrica.
En algunos puntos de esa región no tienen señal de internet ni servicio de telefonía.
Por si fuera poco, prevalece el caos por la falta de gasolina; “todo depende de la luz”, explica un periodista de la zona.
Algo similar ocurre en Papantla; comunidades enteras fueron golpeadas por las violentas rachas de viento; casas destechadas y árboles caídos; ello se puede observar en puntos como Carrizal, Volador, Polutla y prácticamente toda la zona costera del municipio.
Coatzintla está siniestrado; también Cazones, donde se observan árboles caídos y postes de luz desplomados sobre la carretera. Hay zonas en ese lugar donde ni las autoridades locales han podido llegar.
El problema es que a diferencia de lo que ocurría en el pasado reciente, cuando una declaratoria de emergencia anticipaba la llegada de recursos del Fonden a las zonas afectadas por fenómenos naturales, hoy ese fondo ya no existe.
Esperemos que el anuncio presidencial en cuanto al plan de apoyos para damnificados pase del discurso a los hechos y la recuperación llegue pronto, aunque lamentablemente las pérdidas humanas ya no podrán repararse, como es el caso de la de Dora Isabel y sus hijos, que perdieron la vida por un deslave en Xalapa, donde Protección Civil no pudo alertar.
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