Los absurdos del secretario de Seguridad Publica de Veracruz

Durante su reciente comparecencia, el secretario de Seguridad Pública del estado, Cuauhtémoc Zúñiga, se vio envuelto en una serie de controversias que exigen un análisis profundo y crítico, especialmente desde la perspectiva de la administración pública y el derecho.

En un preocupante suceso durante una comparecencia, se acusa a Zúñiga de haber llevado a un grupo de choque que terminó agrediendo a una periodista, un hecho que atenta contra los principios más fundamentales de la democracia y el estado de derecho.

El desempeño de un funcionario en un puesto de tan alta responsabilidad supone un profundo compromiso con la legalidad, la justicia y la transparencia. La administración pública debe ser el reflejo de un gobierno que opera bajo el imperio de la ley, y cualquier acción que contravenga estos principios pone en tela de juicio la integridad misma de la institución. Este incidente subraya la importancia crítica de garantizar que los funcionarios de las áreas de seguridad no hagan uso de herramientas de intimidación o censura.

La libertad de prensa es un pilar esencial de cualquier sociedad democrática. Los periodistas desempeñan un papel vital en el control y la vigilancia de los poderes públicos, asegurándose de que actúen siempre en beneficio de los ciudadanos y no en su contra. El ataque a un profesional de los medios de comunicación no solo es un asalto a una persona, sino también un golpe directo a la libertad de expresión y al derecho del público a ser informado.

Aquí vale la pena, un llamado a todas las autoridades pertinentes para que realicen una investigación exhaustiva e imparcial sobre los hechos acontecidos; sin importar que se trate del propio secretario de Seguridad.  Es imperativo que se determinen responsabilidades y se sancione a quienes resulten culpables de cualquier acto de violencia o intimidación.

Los ciudadanos merecen un gobierno que actúe con integridad y compromiso hacia la ley y la justicia. Lo hecho por Cuauhtémoc Zúñiga es indignante, porque se ha confirmado que los dos sujetos que agredieron verbalmente a Héctor Yunes Landa y luego a la reportera en el Congreso veracruzano, ingresaron a dicho recinto como sus invitados. ¡Lamentable; vergüenza debería de darle, pero seguramente no la conoce!