LAS RESERVAS DE LA BIOSFERA, UN PATRIMONIO NATURAL

“En las más de 700 reservas de biosfera de la UNESCO se inventa y se practica a diario una relación diferente entre el ser humano y su entorno, una relación basada en la ética y el respeto, en la que se concede mayor importancia a los conocimientos locales e indígenas”. Audrey Azoulay. Directora General de la UNESCO

Las Reservas de la Biósfera son aquellos espacios del planeta que poseen recursos naturales que representan la diversidad de hábitats, albergan una amplia variedad de ecosistemas y de biodiversidad: Bosques tropicales húmedos, tundras, bosques templados, desiertos árticos, bosques boreales, bosques pluviales subtropicales, entre otros espacios. Son reconocidos internacionalmente, manteniendo su soberanía en cada país.

Poseen un invaluable interés científico, biológico, ecológico y cultural, promoviendo la investigación, educación y el intercambio de experiencias. Asimismo, el mantenimiento de estos espacios naturales contribuye al crecimiento de las economías locales.

En el año 1974 la UNESCO, con el apoyo de los gobiernos de varios países del mundo y de acuerdo al Programa Sobre el Hombre y la Biósfera (MAB), que es un programa científico intergubernamental que tiene como objetivo establecer una base científica para mejorar la relación entre las personas y su entorno, creó las Reservas de Biósfera, con la finalidad de propiciar la gestión equilibrada, justa y equitativa de estos espacios, evitando la explotación de recursos naturales de manera indiscriminada y conservar de esta manera los ecosistemas del planeta.

Posteriormente, en el año 2021, la UNESCO proclamó el 3 de noviembre como Día Internacional de las Reservas de la Biósfera, con la finalidad de destacar la importancia de estos espacios naturales en la conservación de los ecosistemas y la biodiversidad, promoviendo la investigación, el desarrollo sostenible y la toma de decisiones sobre el cuidado del medio ambiente.

Se estima que unos 134 países cuentan con Reservas de la Biósfera, se contabilizan 738 espacios catalogados como Reservas de la Biósfera. Comprenden tanto ecosistemas terrestres como marinos, picos montañosos o abismos oceánicos.

Nuestro país posee 44 áreas bajo esta categoría de protección que abarca más de 62 millones de hectáreas, solo una de ellas, “Reserva de la Biosfera Los Tuxtlas”, con 155,122.46 hectáreas de superficie, se encuentra en el estado de Veracruz.

Las reservas de la biosfera han demostrado que es posible vivir en este mundo y al mismo tiempo establecer una relación sostenible y armoniosa con la naturaleza. Sirven para impulsar armónicamente la integración de las poblaciones y la naturaleza, a fin de promover un desarrollo sostenible mediante un diálogo participativo, el intercambio de conocimiento, la reducción de la pobreza, la mejora del bienestar, el respeto a los valores culturales y la capacidad de adaptación de la sociedad ante los cambios. 

En resumen, las Reservas de la Biosfera plantean un mundo en el que las personas sean conscientes de su futuro en común y de su interacción con nuestro planeta y actúen colectiva y responsablemente para construir sociedades prósperas en armonía con la biosfera.

En concreto las Reservas de la Biosfera son un patrimonio natural, son áreas que se preservan, se disfrutan y se aprovechan sustentablemente.

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