La vida de un periodista

En el caminar se ha tenido la fortuna de estar en el desempeño diario del periodismo y conocer a los más grandes personajes de nuestra profesión y oficio.

En el comienzo los maestros y amigos de siempre de toda una vida: José Pablo Robles Martínez, Ignacio Oropeza López, Francisco Blanco Calderón, Manuel Salinas Arellano y Felipe Mendiola.

Apareció como jefe de información, Primitivo López Herrera y arropado por el inolvidable José Antonio Montenegro, fotoperiodista, y el profesor Luciano Constantino Ramírez, como director.

José Guillermo Wong, en Telever jefe de información con el colega famoso Raúl Peimbert.

Antes en el canal 4 Más, Silvia Vaca, Jorge Ruíz, Raúl Peimbert y Enrique Collia.

En la radio con Mario Malpica, Mario Vázquez Sandoval, Marco Polo Villanueva y don Juan Campuzano Elorza, jefe de información.

Inolvidable el trato cordial y de gran afecto del profesor Alfonso Valencia Ríos, a quien se le guarda una admiración y respeto por parte de todo el gremio.

A Jacobo Zabludovsky, Raúl René Trujillo, Raúl Hernández, Manuel Almendra, Miguel Angel Bastenier y Antonio Sola, son parte de todo un tesoro de la gran experiencia recibida.

El agradecimiento a don Ignacio Ramonet, quién por conducto del maestro Francisco Blanco Calderón, hizo llegar su libro cariñosamente dedicado desde un Foro de Comunicación realizado recientemente en Cuba.

Con el paso de los años, los amigos y colegas del trabajo diario como Marcos Malpica Rivera, José Luis Cerdán, Guadalupe Mar, Rodolfo Herrera, Alfonso Nanni, Petra Cruz, Ivonne Moreno y los que en el día a día extienden de forma generosa su amistad.

Los compañeros del Consejo Editorial del Periódico Imagen, que como un bálsamo llegan a sanar las heridas en el recorrido largo a Itaka en la metáfora de Cavafis.

A todos los amigos y compañeros  presentes y ausentes, gracias.

Y los amigos de toda la vida: Rodolfo Molina, Santiago, Adolfo Beauregard, Antonio Cabañas, Francisco Barquín, Zocimo Castellanos, Ignacio Morales Lechuga, Héctor Yunes, Felipe Nicolás Capitaine Rivera y José Manuel del Río, no hay palabras que puedan describir el agradecimiento a su apoyo y consideración de tantos años de amistad.

A don Antonio Ocaranza, y Jaime de la Garza, gracias, y a todos quienes nos alientan a seguir con mucho ánimo.

Llegar a los 65 años, ha sido todo un reto, por las heridas del camino, que duelen en el cuerpo y en el alma, pero que se curan rápido con la presencia constante de todos quienes han acompañado en la ruta del ejercicio de la mejor profesión y oficio del mundo: el periodismo, actividad importante y trascendental para toda la humanidad.

A todos por sus felicitaciones inolvidables: Gracias a la vida por haberme dado tanto. Así las cosas.