La subordinación de Cuitláhuac frente a Cisneros que lo llevó a pactar con los Yunes Linares

Cuitlahuac García Jiménez llegó como Gobernador de Veracruz en diciembre de 2018, teniendo como mano derecha y aliado principal al hoy ex secretario de gobierno, Eric Cisneros Burgos, con quien decidió otorgar impunidad a Miguel Ángel Yunes Linares y al ex presidente del Poder Judicial de Veracruz, Edel Álvarez Peña.

Ni una sola denuncia de las que, en un origen fueron interpuestas procedió en contra de Yunes Linares y aliados, hoy desesperado Cuitláhuac García intenta lo que nunca hizo. Ya en el ocaso de su gobierno se le ha ocurrido la brillante idea de intentar denunciar al exmandatario panista o solicitar que las denuncias procedan.

Denuncias que se mantuvieron rezagadas y olvidadas por la fiscal Verónica Hernández -colaboradora de Eric Cisneros- y quien hoy se presume forma parte del equipo de campaña de José Francisco Yunes Zorrilla de la mano de Miguel Ángel Yunes Linares, pues hay que recordar que el priista va en busca de la gubernatura aliado con PAN y PRD.

Hoy se dice allá en Veracruz que a Cuitláhuac le costará caro ese acuerdo con su excolaborador y fiel consejero. Y es que, el aun mandatario veracruzano entregó el imperio a Eric Cisneros, al grado que, la totalidad del gabinete, así como diputados y hasta jueces y magistrados sabían que el poder radicaba en el segundo en abordo, es decir en el encargado de la “política interna”.

Cisneros era el todo poderoso y manipulaba al Mandatario, quien gustoso delegaba el dominio en su colaborador. Así Cuitláhuac se perdió y se limitaba a obedecer a Eric, quien a pesar de tener una mala imagen y ser acusado por actos de violencia y abuso de autoridad, éste crecía en su poder, al grado de asegurar que él era quien mandaba y además se convertiría en el Gobernador.

Cisneros se perdió en el poder y tras enfrentarse a Rocío Nahle, este fue desplazado, pero ahora se asegura opera en contra de la propia candidata al gobierno de Veracruz de Morena y en contra del propio Cuitlahuac, quien tiene al enemigo en casa, es decir a Verónica Hernández, actual fiscal de la entidad.

Lo que el mandatario aun no entiende es que aceptar las determinaciones de Cisneros le afectara gravemente, más de los que ya le afecta, pues se encuentra prácticamente alejado de las candidatas de Morena a la presidencia y a la gubernatura. 

Uno de los grandes temas que ya le están pegando fuerte, fue el haber pactado con los Yunes azules, quienes hoy, en plena campaña se le han lanzado con todo, mientras que el aún gobernante no le ha quedado de otra que arrojar mensajes absurdos sobre denuncias y acusaciones en contra del panista que a lo largo de su gobierno no tocó “ni con el pétalo de una rosa”.

Uno de los grandes temas que ya conoce la propia Rocío Nahle, es el desfalco en el Poder Judicial de Veracruz, tras comprometer el 70 por ciento del presupuesto público federal para pagar a las empresas que fueron contratadas bajo el mecanismo de asociaciones publico privadas (APP); empresas que pertenecen a la familia Yunes y al propio Edel Álvarez, a través de prestanombres.

Lo sorprendente de esto es que Cuitláhuac siguió y sigue pagando a las empresas de Yunes Linares, cuando desde el inicio de su sexenio pudo haber anulado esos contratos con dichas empresas que supuestamente construyeron y construyen las ciudades judiciales. Con el cambio de gobierno la corrupción de este gobierno morenista se destapará y el que tendrá que rendir cuentas será García Jiménez, porque Cisneros y la aún fiscal ya caminan -se dice- aliados con Pepe y los Yunes azules.