En la clase política veracruzana ocurre todo lo contrario a los que los analistas políticos habían vaticinado, siempre se consideró que los pleitos entre los Yunes azules contra los Yunes rojos sería el mayor problema que confrontaría la candidatura del priista José Yunes Zorrilla y que el PAN tan dividido y un PRI desvalijado por las renuencias de sus principales militantes provocaría un grave fracaso la campaña del candidato de la coalición Fuerza y Corazón por México.
Ocurrió todo lo contrario.
En el Veracruz de Morena esas divisiones políticas no existían por la sólida unidad que siempre despertó su fundador el activista tabasqueño Andrés Manuel López Obrador y mucho menos dentro del estado cuando su creador se consideró un “choco veracruzano”, porque su padre Andrés López Ramón era originario del corazón de la Cuenca del Papaloapan, de Nopaltepec del municipio de Cosamaloapan de Carpio.
De esta región también son originarios y vecinos de una selecta clase política que van desde el jalapeño seis veces presidente de México, Antonio López de Santa Anna, los maestros Octaviano Corro Ramos, Rafael Arriola Molina, filólogo Benito Fentanes, médico Cipriano Villasana, gobernador Fidel Herrera Beltrán y una larga lista.
Toda la guerra sucia que hay en contra de la candidata Rocío Nahle es planeada y patrocinada desde la cúpula local de Morena que van desde la costosa e inoperante refinería de Dos Bocas, su lugar de nacimiento y la lujosa residencia en el municipio de Alvarado. Noticia que fuera publicada desde el tres de enero por el reconocido reportero Esaú Valencia Heredia en su columna Calambres.
Siempre se ha dicho que el verdadero enemigo se encuentra dentro de la casa. Son los mejores informantes y conocen a fondo todos los negativos, son los cocineros que preparan los mejores platillos para la oposición. Nunca muestran su enemistad o enojo hacia una persona, es más, aparentan que están muy molestos de lo que haya trascendido, cuando ellos mismos fueron los voceros.
Sin duda los políticos son los mejores actores y actrices, los veracruzanos se cuecen aparte en esta singular comunidad jarocha.
Se le barrió al candidato presidencial Jorge Álvarez Máynez al afirmar que las fuerzas armadas no deben de participar en la construcción de obras, lo más seguro es que desconoce la capacitación de los calificados ingenieros militares que no hacen negocio como lo haría una empresa constructora de la iniciativa privada. Ellos tienen un salario y lo devengan con su trabajo de lo que son los mejores profesionales.
Solo falta que el aspirante de MC no permitiera que dieran atención los médicos militares que son considerados entre los calificados especialistas. El grave error de los opositores es querer mantener a las fuerzas armadas sin hacer nada constructivo y que regresen a los cuarteles, con el mito de los conservadores que el gobierno de la cuarta transformación había militarizado el país.
Tampoco se queda atrás la candidata Bertha Xóchitl Gálvez al prometer que si ella llega a la Presidencia de la República todos los mexicanos podrán acceder a los médicos especialistas privados al igual que los hospitales que manejan los empresarios.
Prometer no empobrece lo interesante es conocer de dónde sacaría tanto dinero para pagar esos servicios que cuestan sumas millonarias a cualquier enfermo con una enfermedad crónica o que requiere una cirugía de alto riesgo.
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