Los cercanos al candidato del PRI, ahora respaldado por el PAN y el PRD, José Francisco Yunes Zorrilla, lo quieren ver por el lado positivo.
Y destacan su amplia habilidad para poder cabildear no con un partido Acción Nacional que en otro momento, debería ser con su dirigencia y quizá con algún liderazgo paralelo a la misma, pero en este caso el de Perote tiene que partirse en seis, por lo menos, para sortear la división y asimilar la fractura que en ese mismo número de corrientes se evidencia la división del partido albiazul en Veracruz.
Y es que a unas semanas de iniciar la campaña, Pepe Yunes no debe perder de vista ni sacar del radar a ninguno de los grupos, que por otro lado, no se quieren ver rebasados y se disputan unos a otros su presencia y quieren llevar al abanderado a sus bastiones regionales.
La realidad es que no se trata de un solo PAN sino que sus consejeros le han dicho que se trata de seis partidos de Acción Nacional en uno solo. Seis fracciones a la vista, lideradas por Germán Yllescas, Joaquín “El Chapito” Guzmán, Enrique Cambranis, los Yunes del Estero, Miguel Ángel e hijos, Julen Rementería y el de Víctor Serralde.
Pero en el intento, Yunes Zorrilla se enfrenta a la batalla mayor que es la que libran los Yunes con su adversario de antaño, Julen Rementería del Puerto, enfrentamiento que no le ayuda en mucho, por el contrario.
Apenas un par de semanas atrás, y aunque fue aparentemente privado, el cónclave que le organizó el grupo que gobierna Veracruz y Boca del Río, le mostró al priista Pepe Yunes sus seguidores. Además de quererle ofertar a sus seguidores, el líder del clan, Miguel Ángel Yunes Linares no desaprovechó la oportunidad para arremeter contra Rementería, quien a pesar de ser del puerto de Veracruz, por supuesto que no asistió al evento en el DoubleTree by Hilton Hotel.
Convocaron a su militancia y decenas de ellos acudieron al anterior hotel Novomar, para que en la poco concurrida reunión, lejos de buscar la unidad y sumar positivamente a la candidatura de Pepe Yunes, cada vez que hay oportunidad y en su cara, los Yunes no pierden tiempo en torpedear contra su adversario de siempre, Julen Rementería.
Aseguran quienes estuvieron en el lugar que se extendieron con el mismo discurso de siempre, acusando a Julen de venderse con Morena, y que sirve a los intereses de la 4T, ante una clara incomodidad del abanderado del bloque opositor.
Fue precisamente Julen quien no se quiso quedar atrás e hizo lo propio en el hotel Fiesta Inn de Boca del Río, y una semana después, con unos 200 panistas que acudieron al desayuno.
Inmediatamente el resto de los líderes de las fracciones pidieron a Pepe acudir a reuniones similares y sus respectivos grupos.
Tiene mención aparte, el corto de visión y liderazgo, Federico Salomón, quién como dirigente estatal del PAN, se vio mal, realizando un velado reclamo a los operadores de Julen dentro del PAN, para marcar que existían panistas en esa convocatoria que no deberían estar, porque son de otro grupo.
Evidenciando con lo anterior, una falta de interés por un panismo generalizado, sino apostando además a un fraccionado partido, y siendo obvio que el reclamo era porque militantes de otras fracciones acudieron a la convocatoria de Julen y seguramente entre ellos yunistas, lo que realmente molestó a Federico.
Está de manifiesto que Pepe Yunes debe conciliar y trabajar con seis fracciones del PAN, y aunque lo ha sabido ponderar y sortear muy bien, esto sin duda podría ser más rentable para su causa, si no tuviera que atender a todos por separado, y enfrentarse a una dirigencia que lejos de unir y sumar se inconformar cuando algunos militantes se presentan en otra parcela.
Tiene enfrente pues, un barco azul en Veracruz que lo lleva a navegar contracorriente y a tener que evadir los témpanos de hielo que pueden agujerear su embarcación con tanto divisionismo.
SE LES OLVIDÓ LA AUSTERIDAD REPUBLICANA. La diputada local, Adriana Esther Martínez Sánchez, fue blanco del escándalo mediático y en redes, cuando resaltó en sus fotos durante el proselitismo a favor de Morena el fin de semana, que portaba sendos tenis de marca, cuyo precio oscila en casi los 40 mil pesos.
De acuerdo a las publicaciones la también presidenta de la Mesa directiva del Congreso Local no ocultó y lució su oneroso calzado de la firma Dolce&Gabbana, lo que la dejó más que evidenciada que para ella la austeridad y la sencillez que se predica en la Cuarta Transformación no es lo suyo.
Martínez Sánchez, hay que decirlo, es afable, sencilla en su trato, amigable, pero eso no quita que le guste vestir bien, y aquí lo demostró con dichos tenis, para andar cómoda en sus recorridos por el distrito 7 con cabecera en Martínez de la Torre.
Tanto la legisladora como algunos más que gustan de lo bueno, y aunque sus ingresos no sean propios de sus cargos, ya sean legislativos o en el poder ejecutivo, debieran moderarse en lucir esos costosos atuendos, cuyos costos se quedan muy lejos del ejemplo que brinda el presidente del país, Andrés Manuel López Obrador, quien siempre ha pedido mesura y prudencia en estos casos.
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