La desesperación de los opositores no tiene límites

El documento Punto de Partida que sirvió para lanzar una nueva organización política bautizada con el nombre de ‘Mexicolectivo’ que reunió a un grupo de rucos cuyo propósito es cambiar el rumbo progresista del país que impulsa el presidente Andrés López Obrador, ha sido motivo de ciertas ironías como la del hijo del exvocero presidencial Rubén Aguilar le preguntó “Ya te vas a tu asilo… así no van a cambiar a México”.

El haber anunciado Dante Delgado la presencia del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas sin haber confirmado, ofendió al fundador del PRD. Tenía una semana que había renunciado a ese extraño grupo de miembros del viejo PRI, panistas sin trabajo y funcionarios del pasado que quieren regresar a vivir del presupuesto y profesionales de diversas actividades que buscan alguna ocupación en que entretenerse.

Funcionarios buscan su salvavidas

Cuando ven que el barco está a la deriva y empieza hacer agua, lo más seguro es que se hunda, lo que trasciende es que el capitán se equivocó en el manejo y perdió el rumbo y va directo a un gigantesco iceberg. El Titanic desde un principio se convirtió en una lancha de improvisados pescadores. Los oficiales y los miembros de la tripulación deciden abandonar la nave y empiezan a desertar, buscan las lanchas salvavidas ya que corren el riesgo también de terminar en el fondo.

Lo mismo ocurre en el conocimiento de la actividad política.

Los rumores en los pasillos del palacio de gobierno en Xalapa se mencionan a varios miembros del gabinete de Cuitláhuac García, que van desde el secretario de Finanzas, José Luis Lima Franco, al secretario de Educación Zenyazen Escobar, quienes abrigaron las esperanzas de ser los sucesores en el primer gobierno de izquierda en el estado y consideran que es el tiempo de buscar un navío diferente, con un capitán con mayor sensibilidad y conocimiento en este complejo quehacer político.

Consideraron que la decisión interesada del trío formado por Cuitláhuac García, Eric Cisneros y Javier Gómez Cazarín de inclinarse para la candidatura presidencial por la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, el tiempo les vino a demostrar que estaban equivocados porque desconocen cómo se deciden estas candidaturas. Tenían la esperanza de continuar si llegaba Norma Rocío Nahle como los renovados burócratas consentidos.

Ninguno cuenta con un aval académico de cierto nivel y su incompetencia está más que demostrada. El mayor problema que motivó el rechazo del pueblo veracruzano es la soberbia demostrada y se olvidaron que el poder es prestado y hay que devolverlo.

Por lo que buscan ahora los acercamientos con el secretario de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard y a través del diputado federal Sergio Gutiérrez presentarse con el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández.

Están en su derecho de cada funcionario de trabajar en el proceso electoral que se avecina con una de las corcholatas con mayores posibilidades de ser el nuevo inquilino del palacio nacional. Si bien están más que quemados por adelantarse y hacerlo de manera pública cuando en esta actividad la discreción es importante.

En la boleta del 2024 no va estar el nombre de Andrés Manuel López Obrador, que arrastraba a los votantes de todas las edades a pesar de que no reunían los requisitos más elementales para tener un puesto importante en cualquier dependencia oficial.