La culpa es de Porfirio

Desde el más allá de ultratumba el PRI, adelantó el día de los muertos, para demostrar que en la agonía resurge como un milagro inexplicable de los primeros reportes de los comicios realizados este domingo en Coahuila e Hidalgo, en donde se comprobó la ineptitud del dirigente interino de Morena, Alfonso Ramírez Cuéllar, quien falló en su primera prueba de fuego quedando reprobado, por desconocer la operación política.

Estos comicios comprueban lo nunca nadie pensó, de algo inexplicable, y de que en política no hay muertos, y por lo mismo el dirigente nacional del priismo Alejandro Moreno “Alito”, salió a festejar como si se tratara de la propia presidencia en el 2024. El campechano anda feliz.

Este esquema de prueba electoral, indica que para las elecciones del 2020-2021 ya se deberá tener un dirigente nacional en Morena, y que favorece a Mario Delgado, como el candidato de unidad, porque sabe de la operación política y de caminar en todo el país, como siempre lo hizo AMLO.

Mario Delgado, va que va, directo a la dirigencia nacional de Morena, al recibir el apoyo como candidato de unidad de la militancia y de los simpatizantes de este partido, a los que se han sumado a su causa las mayorías morenistas, entre muchos el joven Gibrán Ramírez, quien pide el apoyo al colimense como un candidato de unidad, y resolver en definitiva el asunto de una elección complicada. Además del apoyo que le da Antonio Atolini.

Pero, además el otro aspirante Porfirio Muñoz Ledo, que salió rebelde y respondón, como un duro hueso de roer del pleistoceno, con su negativa postura ayudó al PRI, ya que fueron prácticamente los efectos directos de este personaje, la verdadera causa de lo que sucedió en Coahuila e Hidalgo, en donde con sus denostaciones afecto indiscutiblemente a la militancia morenista, beneficiando al partido de sus orígenes.

Ahora bien, las denuncias públicas de algunas mujeres de Morena,ya lo debilitaron al político guanajuatense, al acusarlo de acoso sexual, cuando más bien debió haber sido por ocaso.

El nuevo dirigente nacional de Morena, que seguramente será Mario Delgado, queda muy bien en este momento, porque el colimense sabe de la operación política y electoral, por lo que resolviéndose el asunto de la encuesta, tendrá que ponerse el overol para trabajar aras de suelo de inmediato en los distritos electorales de todo el país, porque urge de “ipso facto” revertir todas estas tendencias negativas increíbles y que son resultados de la distracción o del efecto de exceso de confianza de Ramírez Cuéllar, “quiere llorar”, qué mejor se dedique a dar clases, para luego es tarde.

En una de las semanas más difíciles sin duda en la política nacional de este país, el presidente Andrés Manuel López Obrador, le han caído como purga, dos temas, el de la detención del general salvador Cienfuegos en EU, y el de los resultados electorales del domingo.

Síntoma inequívoco de que se está tardando en hacer cambios, y lo mejor sería de que Marcelo Ebrard o Ricardo Monreal, enfilen las baterías hacia Bucareli, porque de lo contrario el próximo año seguirá la corredera y la lloradera, al tiempo.

Doña Olga Sánchez Cordero, es una jurista de carrera, pero en la operación política, como diría el extinto profesor Carlos Hank González, se quedó en parvulitos. Así las cosas.