En la casi segunda mitad de la campaña de la candidata del PAN a la alcaldía de Veracruz, Indira Rosales San Román, la estrategia está más que clara, hacer guerra sucia en contra de su contrincante de Morena, Rosa María Hernández Espejo.
Sus líneas discursivas de aquí en adelante no serán más que ataques sin pruebas y sin fundamentos como mera impotencia al verse muy por abajo de la puntera morenista en las encuestas, por lo que ha recurrido, según las versiones, a la contratación de un consultor venezolano, especialista en campañas negras.
Prueba de ello, es la cínica acusación que ha hecho en contra de Rosa María por el tema del servicio de agua en Veracruz, algo que ya ha sido abordado con amplitud en este espacio al igual que otros inventos.
Pero a esto se suman otros señalamientos que no tienen ni ton ni son, ni bases que fundamenten sus dichos, basando su campaña en mentiras que en nada abonan a los electores que esperan una contienda de altura como lo merece el Puerto de Veracruz, lo que ya le ha valido el apodo de "Mentira Rosales".
Los ciudadanos están cansados de las fantocherías del Clan Yunes, al que pertenece esta candidata que ahora se ha "extranjerizado" con esta cara contratación, que no es más que un artífice de patrañas y vendedor de espejitos.
Con un desconocimiento total de su figura entre los próximos votantes, al equipo de Rosales no les queda de otra más que recurrir a la insidia, al engaño, a las calumnias y a la difamación para robarle un poco de puntos a la aventajada candidata morenista.
Algo que sería muy grave, de confirmarse, es que junto con el ex alcalde Fernando Yunes, estén coaccionando y seduciendo a los trabajadores municipales de Veracruz a espaldas de Paty Lobeira, a fin de que la apoyen durante la campaña, aún en horario laboral.
Otro hecho delicado, es el trascendido de que el vocero del Clan se ha sumado para abrirle espacios en medios de comunicación que le tenían bajada la cortina a la panista, amparado en su posición.
Todo este comportamiento no hace más que confirmar que el estrés electoral los ha invadido al grado de que ya sufren un ataque de pánico, lo bueno que ya solo les faltan poco más de 15 días de campaña.
LA RIVIERA DEFINIRÁ ALVARADO. En la semana que concluyó la Federación de Colonos de la Riviera Veracruzana A.C. finalizó sus entrevistas con los candidatos a la presidencia municipal de Alvarado.
Esta zona donde vive gente bautizada por AMLO como "fifí", y es la de mayor plusvalía de toda la entidad, representa cerca de 3 mil votos en cada elección, pues aunque viven más familias, hay muchas que son de otros estados y no cuentan con una credencial electoral actualizada.
Pues bien, históricamente esta parte del municipio alvaradeño ha votado por el PAN y el último proceso electoral local donde se renovó la alcaldía fue una fiel muestra.
En aquel 2021 Tavo Ruiz, el abanderado de Acción Nacional que iba coaligado con el PRI y el ya desaparecido PRD, logró cerrar el resultado de la contienda por los sufragios de la Riviera.
Cuatro años después , el escenario ha cambiado en parte porque aunque el candidato del partido blanquiazul es el mismo m, ahora su grupo político está debilitado ante la llamada clase alta.
Los hombres y mujeres de las zonas residenciales siguen muy molestos con todo lo que huela a la familia Yunes por la traición de septiembre del año pasado cuando el senador Miguel Ángel Yunes Márquez votó con Morena la reforma al Poder Judicial que para ese estrato de la sociedad, solo permitirá que el gobierno federal tenga el control del mismo.
Por lo que en la Riviera ya buscan otras alternativas y una que llamó la atención fue la del joven Alberto Cobos Márquez, quien fue postulado por el Partido Verde Ecologista.
Beto Cobos como lo conocen en la cabecera municipal sorprendió en la reunión con la Federación porque de entrada fue el único que llevó una propuesta que presentó en diapositivas, mientras que otros solo fueron a denostar.
Su currículum dejó buena impresión ya que además de ser licenciado en derecho tiene dos maestrías una de ellas en administración pública además que ha sido funcionario municipal, estatal y federal.
No obstante, fue cuestionado también por un presunto contrato de 9 millones de pesos que le dio el Ayuntamiento de Alvarado a lo que Beto Cobos contestó que no tiene constructora sino que su patrimonio son dos negocios que heredó de su padre y que en Alvarado todo mundo los conoce.
De manera que si el voto de la Riviera Veracruzana ya no es cautivo del PAN y tampoco comulga con las políticas públicas de Morena, entonces Beto Cobos se convierte en opción real.
Nosotros | Publicidad | Suscripciones | Contacto | Aviso de Privacidad
Reservados todos los derechos 2025 |