Las fiestas de La Candelaria en Tlacotalpan son una de las expresiones más emblemáticas de la cultura veracruzana, y este año contaron con la presencia de la gobernadora Rocío Nahle García, quien destacó el valor histórico y cultural de la ciudad, reconocida como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Más allá de la celebración religiosa y festiva, la visita de la mandataria refuerza la intención de proyectar estos eventos a nivel nacional e internacional. En su mensaje, subrayó el impulso a una agenda cultural permanente que dinamice la economía local y fortalezca la identidad veracruzana, con actividades programadas mes con mes en distintos puntos del estado.
El reto ahora será lograr que este impulso trascienda el discurso y se refleje en beneficios tangibles para los habitantes y sectores económicos que dependen del turismo y la cultura. Tlacotalpan es, sin duda, una joya de Veracruz, pero su preservación y crecimiento requieren un esfuerzo constante más allá de las festividades.
Los diversos prestadores de servicios coincidieron en que el Fin de Semana Largo por el Día de la promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos no fue ni remotamente lo que esperaban.
Aseguran que en general sí hubo algo de visitantes, pero no lo que esperaban y en consecuencia no ‘vieron’ la derrama económica que ansiaban.
El villano de la película fue el estado del tiempo y ahora le apuestan a que la próxima temporada de asueto sí habrá mucho turismo y buena derrama económica.
Ya será para la otra.
La conciencia y responsabilidad para reciclar cada vez va en aumento, beneficiando al medio ambiente y las generaciones más pequeñas que siguen el ejemplo de los que ya lo realizan.
Aunque ciertos grupos en la sociedad llevan a cabo está actividad de manera cotidiana, tal como si fueran al súper, a reunirse con amigos, a trabajar, hay otra parte de que lo sigue viendo como algo innecesario. Pero ya es un avance que más personas tomen importancia de esto.
Mientras más nos unamos en este tipo de acciones en beneficio de nuestro planeta, los cambios se irán reflejando mucho más rápido. Es una lucha que podría no tener fin, pero con el trabajo de todos, se hará más ligera.
Es bueno que desde pequeños los niños ya tengan esa responsabilidad de reciclar, por lo que las campañas que se llevan a cabo en las escuelas no deberían de terminarse nunca.
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