Morena y Sheinbaum, guerra de tribus en Veracruz

Resulta que cuando se quiere conocer a una cabeza visible que sea el coordinador u organizado de las giras o actividades de la aspirante presidencial de Morena, Claudia Sheinbaum, salen muchos actores que dicen tener voceros frente a la exjefa del gobierno capitalino.

Y se apuntan el secretario de Educación en Veracruz, Zenyazen Escobar, Juan Javier Cazarín, diputado y presidente de la Jucopo del Congreso Local, los inquilinos del Palacio de Gobierno que, en términos reales, serían los únicos autorizados, y el subsecretario de finanzas, Eleazar Guerrero.

Esto que vive Morena fue parte de la división y desorden que se vivió en el último evento de Sheinbaum y que fuera uno de los más cuestionados y destrozado, además al mero estilo priista.

Muy concurrido, pero falto de orden, sin mensaje ni muchos menos, ni unidad, que es lo más importante que se debe reflejar. Por el contrario, todos jalando agua para su molino.

El pleito entre grupos, aseguran, llegó a tal grado por el control de los accesos, los mejores lugares, las pancartas y mantas se disputaban los lugares para que se viera su presencia que alcanzó el mayor nivel de la confrontación.

Lo irónico es que ni Sheinbaum ni su equipo saben quién es MCM o de quién es Unidos Todos, los que más se jalonearon en la última gira.

En Catemaco, previo a su visita a Veracruz, tuvieron que lanzar una orden tajante que vino del primer equipo de la aspirante.

Ninguna promoción de los aspirantes. Ninguno de los que quieren tirarle a gobernador para demostrar su fuerza para caer en el Senado tendría oportunidad de aparecerse.

Se supo que contra su voluntad, se tuvieron que quitar pancartas y mantos de los equipos de Cazarín y Zenyazen, por ejemplo. Los más enfrascados.

La aspirante no va avalar a ninguno, no es tiempo de que se promocionen y menos a su costilla, fue la instrucción.

Y es que el desbocamiento vino desde una de las dos reuniones que el gobernador Cuitláhuac García tuvo con su gabinete. Allá por abril o mayo de este año convocó a la mayor parte y en donde les indicó, antes de que las cinco corcholatas se inscribieran, y previendo el desfasamiento y locura de los aspirantes locales, que podrían manifestarse y aparecer en apoyo a las corcholatas, con todos por igual, pero de manera mesurada.

No tenían limitaciones o freno, pero tampoco libertad desenfrenada. Pareciera que esto les abrió la puerta del corral para que viniera la loca carrera que hoy trae a todas las tribus desbocadas.

Y lo peor, aún faltan poco más de 30 días para la precampaña que termina el 27 de agosto, una semana antes de las encuestas y del resultado final el 3 de septiembre.

En ese tiempo, se podrían esperar varias visitas más de las corcholatas, pero de la principal y con mayores posibilidades, Sheinbaum, al menos unas dos o tres visitas más. Y en donde la locura puede seguir agravándose. Y el peligro no solo es para la aspirante, sino para el gobernador, a quien se podría dejar mal parado.

El gobernador que trae su proyecto, y su corazón, pero que además sabe que tendría un lugar en el próximo gabinete si es que la 4T refrenda el poder a partir del 2024 y si la aspirante más cercana de Cuitláhuac es la candidata y por ende, la futura Presidenta tendrá que ponerle orden a sus colaboradores.

A como van las cosas, debe poner mucho ojo en los desbocados. Ya se vivió una experiencia difícil para el secretario de Gobierno, Eric Cisneros.

MUY EN CORTO

Resulta que hace poco más de una semana, Fernando Kuri mandó a su promotor y representante Jorge Carballo Delfín, con un grupo de empleados del CDE y a su novia, la diputada Anilú Ingram Vallines, según se sabe, a entrevistarse con el presidente del CEN del PRI, Alejandro “Alito” Moreno.

Lo que se sabe es que después de ello, salieron muy molestos porque la reunión salió bastante mal

Pues, el primer portazo que recibieron del presidente al recibirlos, fue que no quería escuchar chismes.

Y acusó recibo, pero no les dijo que su pretensión sería la que correspondería a su decisión.

De hecho se sabe que el enviado del exdiputado Kuri, Carballo intentó presionar y amagar cosa que fiel al estilo de Alito no le gustó ni permitió, por lo que la reunión se tornó tensa, tirante, ante el bronco Carballo azuzado por su jefe Kuri.

La muy mala estrategia no le dio resultados.

Y es que Alito tiene conocimiento de que Jorge Carvallo trae junto con el aún espurio presidente del CDE del PRI, Marlon Ramírez, más de medio cuerpo metido en Morena, a través del habilidoso secretario de Gobierno Eric Cisneros que perversamente ya los pasó de su lado. 

Correspondiente a esto último, por ejemplo, de entre quienes asistieron está Marco Antonio Aguilar de quien se sabe opera en Córdoba para Morena, empezando por la serie de contratos que tiene con el ayuntamiento y a varios de sus cercanos en esa administración Municipal. Esto obviamente en acuerdo para entregar al PRI. 

Lo que llama la atención es que Alito no haya querido tomarse una foto grupal y estos hayan tenido que tomársela solos presumiendo que fueron al CEN del PRI a ver al presidente y reunirse con el mismo, pero en la foto, sin él.

Llama la atención que el propio Jorge Carvallo tampoco haya querido salir en la foto.

Y más curioso que la mitad de quienes asistieron a la famosa reunión en México son empleados del Comité Directivo Estatal.