El segundo jalón

Las especulaciones en torno a la llamada a gobernación de las autoridades estatales veracruzanas, elevan suspicacias, y hasta lo que mucho se ha comentado en torno a un relevo del gobernador y del secretario de gobierno, pero al parecer, eso estará por verse aún.

La política y el servicio público se maneja con resultados, y precisamente en la operación de la entidad más politizada del país, las cosas no andan bien a juicio de los clásicos detractores y presupuestívoros, pero en la realidad se están cumpliendo todos los compromisos financieros y administrativos, y sin problema.

Lo que significa, que el avispero está tranquilo y no se mueve, por algo muy simple y sencillo, los pagos son puntuales a la nómina de todos los trabajadores y pensionados, además hay un avance en los famosos pagos que dejaron aquellos gobiernos que endeudaron al estado de Veracruz.

Bien o mal, pero las cosas marchan, con algunos que otros sobresaltos normales en lo que históricamente ha sido el estado con más actividad de los movimientos políticos de poder y hasta de paso de migrantes.

También es cierto, los conflictos en el territorio veracruzano en materia de seguridad pública, se han ido reduciendo.

Luego entonces, los rumores son eso, los clásicos chismes de pasillo de radio bemba, que en estos lares es parte de los que andan llevan y trayendo de todos lados, para tratar de llevar agua a sus secos molinos.

Lo que si es cierto, es que algunos errores en torno a las decisiones políticas se van acumulando y por lo mismo, algunos pequeños desaciertos que deben ser normales y más aún, cuando en democracia acá en estos lares no se percibe un gobierno estatal sumiso a la federación, y quizás las cosas se tornen de un poco más de coordinación, pero hasta ahí.

Los puntos que se visualizan en torno a la relación del gobierno estatal y federal pudiera tratarse de meter un poco más al acelerador de las obras, de los acercamientos a los grupos políticos y la coincidencia en torno a todo lo que viene en donde se percibe en los famosos tiempos electorales, la guerra sucia es real y a veces muy nociva para unos y otros.

Los catastrofistas profesionales y de oficio aguerridos como siempre, pretende hacer ruido, y son especialistas en pintar cuadros negativos, sólo que por ahora las cosas van, y eso ya es ganancia.

La gente ya no les cree a los falsos agoreros del mal, que por una inercia negativa no se encuentran siendo parte de los anteriores tratos de antes en la comunicación, ahora todo es distinto y parece que el estilo sigue muy apegado al dogma del presidente AMLO, que por el momento no tiene queja de su segunda patria chica.

En otro asunto, muy felicitado de forma virtual por el asunto de la sana distancia y las medidas de sanidad, el licenciado Fernando Arteaga Aponte, en ocasión de su cumpleaños, que lo paso en compañía de su familia. Así las cosas.