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El sacrificio de los inocentes

2022-02-05 | 09:22 a.m.
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No cabe duda que vivimos en una época de enormes contradicciones. Mientras hay una gran conciencia social que merece nuestro reconocimiento y aplauso, como es la protección y el respeto tanto a los animales como al medio ambiente, de manera paralela hay actitudes verdaderamente contradictorias respecto a los derechos humanos, especialmente en el caso de los niños en gestación.

Mientras que aquí se suprime la pena de muerte para los criminales seriales confesos, por considerarla inhumana, ya que no son castigados proporcionalmente a sus faltas mediante la pena capital y además considerando la presunción de inocencia el estado les paga un abogado para que se ocupe de su defensa; resulta que a los niños no nacidos se les condena a muerte sin siquiera ser escuchados ni vencidos en juicio, aplicándoles la pena máxima mediante la inhumana y cruel práctica del aborto.

Para ejemplificar con claridad lo que estoy señalando, imaginémonos por un momento que en una determinada playa estuvieran un grupo de individuos saqueando nidos de tortugas y comercializando los huevos. En ese momento, toda la comunidad protestaría con razón.

Algo similar pasaría si en un terreno cercano a nuestra casa derriban 200 árboles frondosos para hacer una edificación.

Lo curioso de ambos ejemplos es que muy pocos protestan ante el hecho de que en Veracruz se acaba de instalar una clínica que practicará abortos “legalmente” basándose en modificaciones a la Ley, aprobadas por legisladores que en teoría nos representan, pero que en la práctica solamente representan la ideología radical de sus partidos, no el sentir de los ciudadanos.

Ninguna ley humana puede justificar lo injustificable como resulta el presunto derecho de alguien a tomar una decisión personal argumentando su libertad de elegir, cuando tal decisión termina atropellando los derechos de un tercero indefenso.

Por más que se pretenda distorsionar los hechos mediante rebuscados eufemismos para manipular la conciencia social, evitar remordimientos y justificar lo injustificable a través de sofisticados malabarismos verbales y verdades a medias o mentiras completas, (según se vea), algunos radicales pretenden hacernos creer que un aborto es un derecho, cuando resulta todo lo contrario. Un aborto no es más que el asesinato de un bebé no nacido, con todas las agravantes de la Ley.

Hay que llamarle a las cosas por su nombre.

Nada de argumentar falsamente que es el derecho de la mujer a decidir libremente sobre su cuerpo, como lo plantean algunos. La criatura que habita en el vientre materno, no es su cuerpo, aunque viva nueve meses dentro de ella. No es lo mismo que una mujer decida libremente practicarse una cirugía estética en su propio cuerpo, que optar por privar de la vida a una persona distinta a ella, que resulta ser nada menos que su propio(a) hijo(a) y que vive temporalmente en su vientre.

Tan son distintos los cuerpos de ambas personas que una mujer puede dar a luz a un varón o a una mujer que tiene un tipo de sangre diferente al suyo.

Los derechos de cualquier persona terminan cuando afecta los derechos de terceros y más cuando estos últimos son bebés que no pueden defenderse, gritar, correr o pedir auxilio.

La sociedad en general debería sentirse agraviada y avergonzada ante la aprobación de leyes que defienden a los delincuentes, mientras que criminalizan y sentencian a muerte a los inocentes.

La sociedad debería manifestar públicamente su rechazo contundente ante la apertura de clínicas disfrazadas de centros de atención a la salud reproductiva, que son en realidad  negocios muy lucrativos que viven de asesinar seres humanos.

Mientras no despertemos y dejemos que los legisladores hagan lo que quieran, olvidándose de manera convenenciera que somos nosotros quienes pagamos sus salarios y solamente acaten las indicaciones de sus cúpulas partidistas, en lugar de dedicarse a defender la vida, a su propia comunidad, a los infantes y a las familias; seguiremos en picada como nación.

Todavía es tiempo de enderezar el rumbo, antes de que no tengamos remedio.

¿No les parece a ustedes?.

Muchas gracias y feliz fin de semana.

UBIK-T
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