Ya se habían tardado los del PRI en pelear los puestos claves en estas elecciones intermedias. Sólo se hablaba de las disputas del PAN en esa impensable alianza del oscuro PRIAN que se hizo presente en los ilegales comicios que supuestamente ganó Felipe Calderón.
En Veracruz estaban muy silenciosos los del partido tricolor, pero les salió la casta de no quedar fuera del presupuesto y ahora se dan con todo, de manera especial por las plurinominales, las posiciones más disputadas donde los priístas de abolengo se sienten con derechos y lamentablemente tienen la mala costumbre de considerar los cargos como patrimonio familiar. Donde los hijos y familiares directos tienen ese supuesto derecho de heredar el cargo. El nepotismo tan criticado y que cada vez que hay elecciones sale a relucir.
No sienten ninguna pena ajena y se olvidan que el quehacer político no tiene dueño y que es prestado de manera temporal. Hasta al diputado federal Héctor Yunes quisieron expulsarlo por una grabación, cuando ha sido uno de los pocos defensores que le quedan al tricolor en la entidad cuando otros militantes tricolores buscan acomodo en otros institutos políticos.
Las pugnas del PRIAN salen a flote.
De que están más que molestos los verdaderos panistas es que los represente su enemiga del PRI, la exalcaldesa del puerto de Veracruz la priísta Carolina Gudiño que va como abanderada por Acción Nacional por el distrito XIV de la zona conurbada que incluye a Boca del Rio y el puerto jarocho.
De que si pesa en serio el exsecretario de Gobierno y exalcalde de Xalapa, Reynaldo Escobar en las filas del PRI es el creador de David Velazco y en las regidurías importantes de la capital del estado del partido tricolor figura su hijo Reynaldo. Tiene su carisma propio el estimado funcionario estatal.
Se olvidaron de las bases de Morena.
De manera muy discreta los que se están despachando con la cuchara grande en este reparto de alcaldías, diputaciones locales, sindicaturas, regidurías del partido en el poder son el líder parlamentario Juan Javier Gómez Cazarín y el secretario de Educación, Zenyazen Escobar. Se olvidaron de las bases de Morena que tenían a sus candidatos de acuerdo a las aportaciones de las tribus que son las que otorgan la avalancha de votos y al parecer se olvidaron de consultarlos y apoyarlos por lo que están muy molestos y van a buscar revancha en esta ocasión.
El diputado Gómez Cazarín no se midió y hasta coló en la lista de candidatos a alcaldes a su señor padre, Juan Gómez Martínez por Hueyapan de Ocampo.
No tuvieron presente que los alcaldes requieren gente de su confianza para poder manejar los cabildos. Pero los hicieron a un lado y colocaron los dos funcionarios estatales a sus grandes cuates y amiguitas, pero según ellos lo único que hicieron fue atender las ordenes de alguien que está más arriba, lo cierto es que cumplieron con sus compromisos políticos.
Si no salen las cuentas en los resultados de estas elecciones intermedias ya se sabe quiénes fueron los que fallaron.
De los legisladores federales del partido político Morena que quieren repetir son exclusivamente mujeres, como que a los varones conscientes de su papel se abstuvieron y dejaron que sean otros los que tengan la oportunidad de trabajar por la cuarta transformación, que es clave contar con una mayoría calificada.
No se puede afirmar que las mujeres de Morena tuvieron muy buenas calificaciones, hubo algunas que no conocieron la tribuna.
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