En pleno arranque del proceso electoral histórico del país, por la disputa de la mayor lucha de cargos políticos de representación ciudadana, salió un hecho inédito e insólito que le vino a ayudar a las desangeladas campañas políticas a cambiar de tema de aburrimiento.
Para casi la totalidad de la gente, atraídos por el morbo, el sensacionalismo y el amarillismo de la nota de la farándula y de un clan familiar muy importante en México, ha sido parte del mayor distractor de todos los tiempos con la nota que dio Frida Sofía y despertó al debate de los dimes y diretes en todo el continente y gran parte del orbe.
Sin querer, queriendo, las explosiva declaraciones, más no denuncias de la famosa “influencer” y modelo mexicana, radicada en Miami, Frida Sofía, a un oportunista de la nota de la farándula, que ya lleva muchos frentes abiertos con los famosos y las famosas, de los que busca sacar raja, para hacer fama y subir el rating de sus espacios informativos y foros de redes sociales, más bien se entendió como una venganza de la hermosa modelo que ha sido portada de conocidas revistas en el mundo para caballeros.
Las argumentaciones fuera de tono y de tiempo, con datos propios de una novela de Agatha Christie o Bárbara Cartland, supera a cualquier tipo de ficción, por algo simple y sencillo, la chica seguramente estará mejorando sus finanzas personales a base de los impactos y “likes” de sus dichos, y que son del atractivo del público, que al principio se dejó llevar por el morbo del tema, pero después se desvaneció ante la imposibilidad de comprobar o demostrar jurídicamente algo real, pero que hasta también al debate de los expertos exegetas del derecho en el estudio de las teorías de Cesar Lombroso.
Al que le llovió fuerte fue al popular cantante de la era del rock de los sesentas en México y en boga aun después de seis décadas de éxitos consumados, don Enrique Guzmán, quien afectado del corazón, ha tenido que ser muy fuerte para enfrentar estoico y resiliente los duros conceptos de su nieta en su contra, y que por supuesto difícil de demostrar y de que le afecten en su larga trayectoria artística profesional exitosa.
El famoso cantante, después de superar los primeros días de esa nota bomba de su nieta, y ya con la reflexión y la mente fría, acudió a las instancias de la fiscalía en la ciudad de México, para que de inmediato se proceda a deslindar responsabilidades, y en donde hasta el periodista Gustavo Adolfo Infante, que ya tiene muchos casos pendientes con la justicia, bien también pudiera ser demandado por la vía civil por el efecto causa de daño moral.
En la etapa de la madre afectada también por los dichos públicos de su hija, que argumenta que le volaron al novio, la cantante rockera, Alejandra Guzmán Pinal, habló en el programa de la periodista Adela Micha, y dio todos los pormenores a los problemas de trastornos de personalidad diagnosticados de su hija Frida Sofía, por la que expresó, la llenó de cosas materiales, pero al final quizás pudo faltar algo el amor de madre, y esa puede ser la demanda en el fondo de la ira de la chica. Y también con la rivalidad de toda su familia con los que vive en conflicto.
En toda una batalla campal de Frida Sofía, con las dinastías Guzmán-Pinal, salió también a relucir Michelle Salas, y hasta la abuela gloria del cine nacional, la señora Silvia Pinal, que a sus noventa años, nunca ha dejado de trabajar en el teatro y en la televisión.
Con estos escenarios, los políticos como Samuel García, Paquita la del barrio, Alfredo Adame, y hasta al público de la propia conferencia Mañanera, claro que se les bajó el rating en todo un momento, y se dejaron de analizar temas importantes para el presente y futuro nacional también en los ambientes legislativos y de la geopolítica, por el caso ruidoso de una gran familia del espectáculo en México, siempre en los escaparates públicos y mediáticos por sus muchos años de trabajo profesional, y ahora hasta con mayor nivel de guerra sucia, que hasta supera a las campañas políticas, y se ha generado un mayor debate de este tema que de las propias campañas políticas.
Don Enrique Guzmán, la señora Silvia Pinal y la cantante Alejandra Guzmán, son personas de mucho trabajo profesional y de lo que bien se han ganado es el respeto de sus respectivos fans y de todo el público.
Frida Sofía y el reportero Gustavo Adolfo Infante, se pretendieron montar en uno de los guiones propios de una de las películas de terror de Alfred Hitchcock, pero en la realidad terminaron con pólvora mojada, porque aquí sí, “nivel y prestigio, mata a carita”, dicho en la metáfora.
Los expertos, dicen ahora de los millenials, que ante una pandemia inesperada y letal, sienten que no tienen tiempo para esperar vivir la vida, y por eso en las famosas redes sociales se presentan algunos fenómenos que no deben descartarse de los propios seres humanos que muchos ante el aislamiento y el encierro voluntario o no, les salen esas conductas atávicas a la vista, y las más escabrosas situaciones de guerra y violencia en todo el orbe, así como la difícil migración por los malos gobiernos que no sucumben al dolor de la gente.
En México, los políticos y la política a la baja, evidente ya ante millones de mexicanos, que anhelan el retorno a las clases presenciales por el grave colapso de la economía, que urge reactivarse ante la pasividad de los poderosos que no se tocan el corazón ante la gente que sufre por el desempleo, hambre y mucha necesidad, pero los mexicanos, dicen que son felices, que no sufren, y que son resistentes a todo, hasta a los políticos.
No hay que dejar pasar, que en la realidad la vacuna a los maestros ha sido una buena decisión, porque son parte de la esencia natural de todo un pueblo. Ahora falta esa medida para todo el personal del sector salud público y privado que han cumplido a cabalidad con su humanitaria labor desde diversos frentes de acción. Así las cosas.
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