Dejo para mis lectores en general una reflexión que encontré y que refleja la realidad de un abogado.
Generalmente quien elige ser abogado debe estar consciente que será un eterno estudiante.
Las reformas a las leyes, la aparición de nuevos criterios jurisprudenciales y dogmáticos, así como el surgimiento de nuevas teorías hacen que debamos estar actualizados día a día para no quedarnos en el rezago.
Con gusto veo que hay muchos abogados que han entendido esta situación, abogados jóvenes, otros no tanto e incluso grandes maestros consagrados siguen en el estudio constante del derecho, todos ellos con la convicción de seguir preparándose para estar a la vanguardia. A todos ellos mi reconocimiento y admiración.
En general la vida del abogado es interesante y de mucha responsabilidad pues nosotros los abogados estamos para resolver problemas, así debemos entenderlo y prepararnos para ello por eso el estudio debe ser constante, quien no lo entienda así, debería replantearse si realmente quiere asumir esta responsabilidad o no y actuar en consecuencia.
El abogado está para ayudar a resolver situaciones que no todos pueden resolver por ello debe tener conocimientos sólidos de las leyes y teorías, criterios firmes y una ética sólida, la sociedad lo exige y nosotros debemos responder a esa necesidad.
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