E. Zapata: decepción morenista

A diferencia de Xalapa, donde las tres diputadas de Morena aspirantes a la alcaldía capitalina optaron por pedirle al senador Ricardo Ahued que aceptara postularse para la presidencia municipal por ser el prospecto mejor posicionado en las preferencias electorales, en Emiliano Zapata, el municipio vecino, la mayoría de precandidatos y militantes del partido gobernante se dicen sorprendidos y decepcionados por la nominación de Erick Ruiz Hernández, un joven arquitecto oriundo de la congregación de Chavarrillo que se venía desempeñando como director de Desarrollo Urbano del ayuntamiento zapateño.

Ayer martes se fueron a manifestar a las oficinas del Comité Ejecutivo Estatal de Morena para protestar por “la imposición”, el “amiguismo” y para exigir “democracia en Emiliano Zapata”.

Nos dicen que aunque había más de 10 precandidatos registrados, finalmente la cúpula de Morena optó por este exfuncionario municipal al que le adjudican  estrecha amistad con el gobernador Cuitláhuac García.

Familiares de Ruiz Hernández, que como la mayoría de los vecinos de Chavarrillo siempre han votado por partidos de izquierda, nos expresaron su molestia y vergüenza porque ni siquiera se presentó al homenaje que como cada año le organizaron este lunes a uno de sus ancestros cuyo busto se ubica en el parque de esa comunidad.

De plano nos aseguraron que no existe empatía con su persona ni simpatía con su candidatura, y que si no gana en su propio pueblo menos podrá hacerlo en el resto del municipio donde no es muy conocido.

Les preocupa el estigma que perseguirá a Chavarrillo con su cantada derrota electoral, ya que antes de él, el último candidato a la alcaldía que salió de esa congregación fue su pariente Leobardo Ruiz, un hombre de campo muy popular que en las elecciones municipales de 1988 fue abanderado por el Frente Cardenista y que según la vox populi ganó los comicios pero fue víctima de un burdo fraude electoral maniobrado desde la Secretaría de Gobierno por Dante Delgado Rannauro, hoy líder de Movimiento Ciudadano, cuyas aspiraciones de suceder como gobernador sustituto a don Fernando Gutiérrez Barrios, perfilado para ocupar la Secretaría de Gobernación con el entonces presidente electo Carlos Salinas de Gortari, dependía de los resultados de ese proceso municipal.

Buena parte de esos activistas de izquierda, que siempre apoyaron a Heberto Castillo, a Cuauhtémoc Cárdenas y a Andrés Manuel López Obrador se dicen desconcertados de la inesperada postulación de Erick Ruiz. Inclusive sospechan que el registro de su precandidatura pudo ser extemporáneo y cuestionan que tampoco supieron de la aplicación de alguna encuesta.

Inclusive afirman que el partido gobernante contaba con otros aspirantes que sí le garantizan el triunfo electoral. Mencionan principalmente al maestro Gaspar Huerta Platas, de Plan del Río, exregidor y excandidato del PRD  a la alcaldía y a diputado federal, y fundador de Morena.

Dicen que los más felices con la postulación de Ruiz deben ser los candidatos de la alianza PRI-PAN-PRD a la alcaldía y diputación local, Renato Alarcón y Segundo Grajales.