A 30 años de la Declaración y Programa de Acción de Viena en la defensa de los derechos humanos

Sin lugar a dudas junio de 2023 es un mes trascendental, pues se cumple 30 años de la Declaración y Programa de Acción de Viena, un documento histórico que allanó el camino para la consecución de grandes logros en derechos humanos y que condujo a la creación de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.

Es así, el mes de junio significativo en el pasado, presente y futuro de los derechos humanos en el marco del sistema internacional. Para celebrar los 30 años, el Gobierno de Austria y Derechos Humanos de las Naciones Unidas organizaron actividades entre el 5-6 de junio en Viena, donde se analizaron los avances conseguidos y se fortaleció un consenso global sobre los derechos humanos, algo fundamental para hacer frente a los desafíos actuales. 

Treinta años después de la Declaración de Viena, el mundo se enfrenta a múltiples crisis, por lo que el compromiso con los derechos humanos es más significativo que nunca. Cabe aquí precisar que la declaración de Viena dotó a la conciencia mundial de una fórmula sencilla, pero a la vez decisiva para defender los derechos humanos.

Fue en junio de 1993, cuando apoyándose en la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948, los delegados presentes en la Conferencia Mundial de Derechos Humanos en Viena, superaron sus diferencias y testificaron la universalidad, indivisibilidad e interdependencia de los derechos humanos.

El consenso alcanzado en Viena, en aquel momento representó un compromiso firme por los Estados Miembros para prestar una mayor atención a los derechos humanos, y supuso el nacimiento de avances históricos en derechos de las mujeres, niños, personas indígenas, minorías y otros grupos. 

Proclamó los derechos de la mujer y subrayó la necesidad de combatir la impunidad, inclusive mediante la creación de una corte penal internacional permanente. La promoción y protección de los derechos se confirmó como un elemento central de la identidad y el propósito de las Naciones Unidas, lo que llevó a adoptar la crucial decisión de establecer el cargo de Alto Comisionado para los Derechos Humanos. Es por eso, que cada vez que esos derechos se violan o son amenazados, el Alto Comisionado se pronuncia al respecto de manera coherente, clara y fuerte, en favor de la dignidad y la rendición de cuentas.

La conferencia se caracterizó en junio de 1993, por un grado de participación sin precedentes de delegados gubernamentales y de la comunidad internacional de derechos humanos. Unos 7.000 participantes, entre ellos académicos, órganos creados en virtud de tratados, instituciones nacionales y representantes de más de 800 organizaciones no gubernamentales (dos terceras partes de ellas de nivel popular) se reunieron en Viena para examinar sus experiencias compartidas y beneficiarse de ellas.

La Declaración y el Programa de Acción de Viena reforzó importantes principios, entre ellos la universalidad de los derechos humanos y la obligación de los Estados de acatarlos. Es decir -al referirnos a universalidad- nos referimos a que todos los seres humanos tienen los mismos derechos simplemente por su condición de ser humano, independientemente de donde vivan y quienes sean, así como de su situación o características particulares. Comprometió a los Estados a promover y proteger todos los derechos humanos de todas las personas “sean cuales fueren sus sistemas políticos, económicos y culturales”.

Como lo han expresado los altos funcionarios de las Naciones Unidas, la Conferencia de Viena fue un importante hito en la lucha de la humanidad por los derechos humanos universales. Pero todavía queda un largo camino por recorrer para convertir los principios en realidad. En demasiados lugares del mundo, y para demasiadas personas, los derechos humanos y el imperio de la ley no pasan de ser utopías. 

El Solo cuando la dignidad y la igualdad de derechos inherentes de todos los miembros de la familia humana sean verdaderamente respetados podremos confiar en la existencia de libertad, justicia y paz en este mundo. Ban Ki-moon, ex secretario General de las Naciones Unidas ha expresado que solo cuando la dignidad y la igualdad de derechos inherentes de todos los miembros de la familia humana sean verdaderamente respetados podremos confiar en la existencia de libertad, justicia y paz en este mundo.

Así la relevancia de éstos 30 años de la Declaración y Programa de Acción de Viena, para México y para el mundo enteró, porque más allá de la crítica, cierto es, que han sido los instrumentos internacionales, los que han permitido, avances significativos y transformadores en materia de derechos humanos.