Antes que todo, es preciso asegurar y reconocer, que se enfrenta una nueva realidad, repleta de condiciones y situaciones diferentes. Se vive, un presente, que hace inocultables nuevos y viejos problemas; y también, contadas aptitudes y capacidades gubernamentales.
Es más, frente a esas abundantes ineptitudes e incapacidades oficiales, también está presente la ausencia de participación ciudadana y social, generada y acentuada por desinterés, conformismo, manipulación o ignorancia.
Nueva anormalidad, caracterizada por muertes crecientes que la pandemia ocasiona; por inmolados y víctimas, de la inseguridad y violencia en aumento; y por grandes grupos de población y mayorías, cada vez más afectadas por limitaciones y sacrificios.
Alarma y preocupa también, el desconocimiento e incapacidad, al aferrarse y sostener, limitadas y tradicionales formas de enfrentar esa novedosa problemática, cada vez más compleja y urgente de atender.
Ante lo actual y el futuro, en todas partes preocupa que, salvo excepciones, poco o nada nuevo, se puede encontrar al accionar gubernamental; notoria su caducidad y alejamiento de la realidad.
Inútiles y costosos. Poco o nada sirven demasiados planes, programas y discursos gubernamentales diseñados y puestos en práctica, supuestamente para atender y enfrentar con efectividad, características y consecuencias de esa nueva anormalidad.
Para evitar simulación, improvisación y ocurrencias obligado preguntar y preguntarse:
¿Se sabe lo que se pretende atender y resolver? ¿Se cuenta con información actualizada y diagnósticos pertinentes?
¿Se tienen identificados recursos públicos y atribuciones institucionales que se deben utilizar? ¿Están claramente definidos, objetivos y metas, medios y formas?
MENTIRA Y ENGAÑO, SIMULACIÓN
Y ENTRETENIMIENTO.
La situación se complica, porque 2021 es año de elecciones y, como bien se sabe, estas se convierten en el principal objetivo a atender y ganar.
Se disputan 21, 883posiciones del poder público, estatales y federales.
Toda una oportunidad para ejercer sus derechos, a más de 94 millones de ciudadanos inscritos en su padrón electoral correspondiente, podrán acudir a más de 161, 000 casillas que serán instaladas para votar.
Además, según el Instituto Nacional Electoral (INE), de las 500 diputaciones federales, en las elecciones estatales se elegirán 21,383 cargos: 15 gubernaturas, 30 congresos locales (1,063 diputados); y también, 1,926 ayuntamientos y juntas municipales, en 30 entidades. Para esto se tiene previsto contratar más de 50,000 supervisores y capacitadores estatales.
El país está ya en el tobogán del lenguaje político-electoral. Como es costumbre, se intensifica el uso y abuso de expresiones; y se recurre a los juegos de palabras, que aseguran y prometen un verdadero cambio, que al final no coincide con los hechos.
Nada raro que se incrementen promesas y compromisos de un futuro mejor; o que se expresen propuestas y buenas intenciones.
Tiempo de señalamiento y exageración de errores y defectos en los adversarios o contrarios; y de ocultamiento, minimización o negación, de defectos y aberraciones propias y de compañeros o aliados.
Tiempo de los predominios de mentira y engaño, promovidos por fe y esperanza, y respaldados por buenos deseos y mejores intenciones.
Así, medios y ambientes se inundan de ideas y propuestas, de opiniones. Posesionados e ilusionados, decididos y ocupados, en alcanzar el cargo gubernamental, aspirantes y candidatos, representantes y militantes partidistas, se involucran por completo, en la competencia por ganar las elecciones correspondientes.
Mientras la vida, no se detiene. Persisten y exigen atención sus necesidades y problemas, retos y obstáculos.
Mientras, millones y millones seguimos atrapados en un tobogán económico y social, de caída y pérdida, que aún no termina y que ya ha causado enormes daños y retrocesos. Crecen pobreza, inseguridad, efectos pandémicos y problemas de salud, conflictos e inestabilidad social.
Lo importante, lo determinante sigue sin atenderse, ni resolverse, en forma oportuna, apropiada y suficiente.
A pesar de las reiteradas y recurrentes, advertencias y alertas de inestabilidad e incertidumbre crecientes, como consecuencia de las inocultables, recesión económica y crisis de las finanzas públicas.
Esfuerzos y excepciones aparte. Poco o nada se hace para cambiar en la práctica y en los hechos. Se siguen en el mismo rollo del desarrollo; y con la misma liturgia política de evasión y engaño.
HECHOS Y REALIDADES.
Urgen gobiernos de buenos resultados, capaces de entender y atender una situación de emergencia y crisis; obligados a lograr una pronta recuperación y atención de prioridades; y comprometidos siempre, en prever y asegurar mejores condiciones. Nada fácil encontrarlos, o formarlos; además de disposición y buena intención, es indispensable, asegurar responsabilidad, honestidad, capacidad y efectividad de los servidores públicos.
Sin duda se debe asegurar la buena y eficiente individualidad; y también, al mismo tiempo, asegurar legalidad e institucionalidad.
Imprescindible garantizar el Estado de Derecho y el funcionamiento efectivo de instituciones y dependencias oficiales, así como el buen uso de los recursos públicos; para evitar tanto ineficiencia y burocratización, como corrupción y delincuencia gubernamental.
UN DECÁLOGO DE PRIORIDADES… GUÍA PRELIMINAR
1.- Proteger y cuidar la vida y salud de las personas.
2.- Asegurar y garantizar libertades y derechos humanos y sociales.
3.- Fortalecer el Estado de Derecho. Valores y principios, ético y morales.
4.- Garantizar seguridad pública, procuración y administración de justicia.
5- Gobernar al gobierno, hacer efectiva y funcional la democracia, con más, mejor y permanente participación ciudadana y social.
6.- Activar, reactivar y fomentar la Economía. Estimular crecimiento y desarrollo. Crear, sostener y fortalecer fuentes de empleo. Promover competitividad y diversificación.
7.-Vigilar y evaluar siempre las finanzas públicas: Fortalecer, sus recursos y atribuciones institucionales y sociales. Aprobar, asignar y vigilar todo presupuesto gubernamental. Impedir deuda pública infundada.
8.-Mas, mejor y verdadera transparencia, acceso a la información, rendición de cuentas, fiscalización, y participación y evaluación ciudadana y social.
9.-.Promovertodo el tiempo, educación responsable y solidaria; información y comunicación; innovación y creatividad científica, artística y cultural.
10.- Visión responsable e integral, del presente, del futuro inmediato y del largo plazo.
INVITACIÓN A LA LECTURA.
Publicado en septiembre de 2020, por El Orden Mundial.
El mundo no es cómo crees: Cómo nuestro mundo y nuestra vida están plagados de falsas creencias. Editorial Ariel. 2020
-Académico. IIESESUV
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