Miembro de una prestigiada familia empresarial de Xalapa, el exalcalde David Velasco Chedraui parece estar decidido a incursionar nuevamente en la política veracruzana, actividad de la que estaba en reposo desde hace cuatro años cuando concluyó su gestión como diputado local.
Ayer, el popular empresario xalapeño generó buenos comentarios en los corrillos políticos de la capital del estado tras difundirse su encuentro en un café citadino con el dirigente estatal del PAN, Joaquín Guzmán, lo que obviamente ha reforzado las versiones de que Velasco Chedraui estaría interesado en ser postulado otra vez a la alcaldía por una coalición de partidos que incluiría al blanquiazul.
Es de suponerse que como buen capitán de empresa, David debe contar ya con un buen plan de navegación. Es un emprendedor muy intuitivo, pero como atinado hombre de negocios también es cauto y prudente a la hora exacta de apostar o de invertir. Su madurez le impediría tomar decisiones precipitadas o caer en ocurrencias aventureras. Cada paso que da es bien calculado y firme.
Por lo menos debe haber tenido la sensatez de medir previamente su posicionamiento entre la ciudadanía xalapeña. A estas alturas ya debe tener datos certeros acerca de sus niveles de popularidad, de aceptación o rechazo ciudadano.
Sería interesante saber qué acordó David con Guzmán Avilés, y qué condiciones le habría puesto el dirigente estatal del PAN para que sea el candidato de una posible coalición PAN-PRI-PRD.
¿Aceptaría, por ejemplo, medirse Velasco Chedraui en una encuesta abierta con aspirantes xalapeños de Acción Nacional que reclaman la misma candidatura por ser militantes y que tienen todo el derecho de ser nominados por su partido a la presidencia municipal de Xalapa? Suponemos que el empresario no dudaría en hacerlo, pues ha trascendido que al menos en los sondeos en redes sociales, figura mejor posicionado que los diputados locales Omar Miranda, actual coordinador del grupo legislativo del PAN, y de su antecesor Sergio Hernández, quien ya perdió la elección municipal de 2017 pese a que estaba en la plenitud del poder en la administración del exgobernador Miguel Ángel Yunes.
Ahora el yunista, quien nuevamente es diputado por la cómoda vía plurinominal, con el pretexto de su segundo informe legislativo acaba de desplegar una dispendiosa campaña promocional colocando decenas de anuncios espectaculares por la ciudad y hasta en el vecino municipio de Emiliano Zapata, en los que obviamente se destaca su nombre e imagen personal.
Sin embargo, el problema de Sergio Hernández es que al igual que en el proceso municipal de hace tres años, puede ser muy conocido pero lamentablemente la mala fama de corrupción y por sus adicciones que inclusive le criticaron sus propios compañeros de bancada, muy difícilmente puede ser el mejor candidato que postule el PAN para ganar la confianza y el voto de la mayoría de los xalapeños.
Y es que pese al desgaste político del alcalde Hipólito Rodríguez, tampoco será fácil derrotar a Morena, el Goliat de la próxima elección.
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