Crisis en CNDH refleja la pobre autonomía frente al poder

La actual titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos se encuentra en el ojo del huracán luego de visibilizar su nula autonomía, por lo que diferentes actores políticos y representantes de la sociedad civil en general exigen su destitución porque aseguran que su actuar, afecta severamente la autonomía de dicho instituto.

Y es que el pasado 30 de octubre, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) publicó comunicado relativo a recomendación general 46/22 aparentemente avala el pasado 28, donde su titular Rosario Piedra, prácticamente impulso en nombre de todo el organismo que representa, la transformación del Instituto Nacional Electoral (INE), pues argumentó que a la fecha dicho organismo electoral “propicia el mantenimiento de vicios que, por años, si no es que, por siglos, han manchado nuestros procesos electorales”.

Palabras más, palabras menos, la Comisión de Derechos Humanos pidió a los legisladores -a decir del comunicado- eliminar los privilegios del órgano electoral, modificando la manera como se designan los consejeros y facilitando las consultas populares; tres demandas centrales de la iniciativa presidencial, que ya se negocia en comisiones de la Cámara de Diputados entre Morena y la alianza opositora Va por México, integrada por el PAN, PRI y PRD.

El INE ha afirmado que la CNDH no tiene competencias para intervenir en asuntos de la materia electoral y acusa una invasión de facultades. La comisión se escuda en el argumento de que defiende el derecho del pueblo a la democracia.

En resumen, se trata de un hecho inédito en México que muestra la pobre autonomía de sus instituciones. En el comunicado emitido por el equipo de Piedra se argumentaba que la recomendación es “una demanda que data de hace muchos años, y es una deuda histórica que ha llegado la hora de saldar”.

“El comportamiento a últimas fechas y el historial mismo del Instituto Nacional Electoral (INE), salvo reducidas excepciones, es el mismo historial del Instituto Federal Electoral (IFE) y de la otrora Comisión Federal Electoral (CFE). Órganos autónomos únicamente de nombre, instrumentos parciales, de sabotaje de la voluntad del pueblo, que sólo han servido para el mantenimiento de vicios que, por años, si no es que, por siglos, han manchado nuestros procesos electorales”.

Pero tras la difusión de dicha recomendación este 1 de noviembre siete consejeros de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) se expresaron y como nunca en la historia de la CNDH exigieron a Rosario Piedra Ibarra, es decir a su presidenta, evitar la interpretación política de las recomendaciones que emitieron en relación con el Instituto Nacional Electoral (INE).

En una carta pública, miembros del Consejo Consultivo aseguraron que en su recomendación general no utilizaron los términos expuestos en el pronunciamiento emitido por la CNDH. “En ningún momento se discutió o avaló lo que la CNDH interpreta ahora en su pronunciamiento” dijeron los consejeros.

Fue así como, los consejeros pidieron a Piedra Ibarra cuidar el lenguaje utilizado en los comunicados, para evitar desvirtuar las recomendaciones de la CNDH y su utilidad como mecanismo garante de los derechos humanos. “Exigimos a la presidenta de la CNDH apegarse, cuando se refiera a las Condiciones Generales aprobadas por el Consejo Consultivo, estrictamente al lenguaje aprobado, sin interpretaciones políticas respecto de su contenido, respetando la literalidad de la Recomendación pues, de lo contrario, esta herramienta puede desvirtuarse y perder eficacia”.

La polémica suscitada desde finales de la semana pasada ha suscitado severas críticas por la intervención de la CNDH a través de Rosario Piedra. Hoy diferentes actores solicitan la renuncia de Piedra, pues consideran que, el funcionario se excedió en sus atribuciones.

El presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Santiago Creel Miranda, envió un mensaje en su cuenta de Twitter, en donde refiere que, el presidente Andrés Manuel López Obrador, pretende una reforma electoral que le permita llevar a cabo desde la secretaría de Gobernación mecanismos de elección amañados en 2024 y Piedra se ha convertido en cómplice.