Creando conciencia y cultura

Conciencia es un sustantivo femenino que se emplea para definir la capacidad de los seres humanos para distinguir entre el bien y el mal, su sentido de la moral y de la ética, así como al conocimiento crítico y reflexivo de la realidad. Por su parte, la cultura hace de las personas seres específicamente humanos, racionales, críticos y éticamente comprometidos, gracias a ella se pueden discernir los valores y efectuar opciones.

Ambos conceptos son innatos en algunas personas pero imposibles de encontrar en muchas otras, sin embargo, derivado del COVID-19 parece que la humanidad está creando conciencia y cultura en muchos aspectos pero especialmente en la compasión y actos de humanidad.

Estamos viendo grandes cambios de conciencia y cultura por ejemplo en un país con tantas costumbres y creencias arraigadas como lo es China, donde se originó una de las pandemias más mortíferas de toda la historia de la humanidad y que además dejará secuelas críticas en salud, economía y bienestar social a nivel mundial y quien se ha visto obligada a elaborar una lista de animales permitidos para el consumo.

En esta lista que aún es un borrador publicado en su sitio Web, el Ministerio de Agricultura de China menciona los animales aptos para ser criados con fines alimenticios. De esta forma, el nuevo listado de animales, que hasta el 8 de mayo estará disponible en versión preliminar para recopilar los comentarios finales de la ciudadanía en el tema, incluye las especies básicas en la ganadería y la avicultura, como cerdos, vacas, ovejas y gallinas, al igual que un apartado de “especiales”, entre ellas algunas variedades de ciervos, alpacas y avestruces. Asimismo, abarca dos especies de zorros, mapaches y visones, aunque estos animales no podrán ser criados para consumir su carne como actualmente ocurre.

Algo que destaca del listado es que se excluye no solo a murciélagos y pangolines, sino también a los perros, gatos y osos entre muchos otros animales que no se podrán consumir más, por lo que en caso aprobarse el documento, esta prohibición significará un avance muy grande en el área de los derechos de los animales en China pues festivales como el de Yulin donde se sacrifican perros de forma brutal o la existencia de granjas de osos donde se les extrae vivos la bilis y con cero normatividad e higiene  ya no tendrían razón de ser.

Y en cuanto a México agradable es leer que en medio de esta contingencia personal de la Brigada de Bienestar Animal (BBA) creada hace 14 años y perteneciente a la Secretaría de Seguridad Ciudadana en Ciudad de México continúa con la campaña de adopciones de gatos y perros rescatados,  incluso llevándolos hasta la casa de las familias adoptantes ya esterilizados y curados si es que fueron maltratados o atropellados.

En el municipio de Córdoba el Centro de Bienestar Animal (CBA) también mantiene su operación y atiende a más de 30 animales abandonados o maltratados que tiene en resguardo, Córdoba fue de los primeros municipios veracruzanos donde se crearon reglamentos de protección animal de la mano de activistas y autoridades.

Agradable es también observar en una de las ciudades con más cultura del estado como lo es Xalapa (además ciudad amiga de los animales), la humanidad de muchas personas que aún antes de la contingencia colocan afuera de sus comercios- incluidos restaurantes – platos con croquetas y recipientes con agua para los animales en situación de calle o el café pendiente y otros alimentos para personas sin hogar o de escasos recursos, hoy más que nunca es necesario crear conciencia y cultura y el COVID-19 obligará a hacerlo a aquellos que sigan renuentes.

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