Hay dos temas que requieren urgente atención por parte de autoridades y ciudadanos.
Uno es la falta de agua durante el estiaje, porque el cambio climático hace que las sequías resulten cada vez más severas y prolongadas.
A pesar de que todo el mundo sabe el daño que se le causa a la naturaleza con tanta deforestación y contaminación, muchas personas de manera irresponsable y desconsiderada siguen talando y quemando los bosques, por lo que las llamadas fábricas de agua ubicadas en lo alto de las montañas, cada vez aportan menos el vital líquido.
Por eso las zonas urbanas padecen escasez. También las de uso agrícola y ganadero. Sin agua no hay cosechas, ni tampoco pasto. Sin pasto el ganado se muere.
En México hace años se dejó de invertir en infraestructura hidráulica. Hasta donde yo sé, ya no se construyen represas, ni canales para riego, ni obras de captación como se hacía antes.
Ahora, los ríos se secan y con ello se pone en riesgo la salud y la vida de las personas. También la vida de los animales y de las plantas.
La mayoría de los sistemas de tratamiento de aguas residuales, no sirven y el resto operan con deficiencias. Las aguas negras sin tratar van a dar a los arroyos, ríos y lagunas contaminando y causando estragos.
Las aguas negras tratadas no son aprovechadas ni siquiera para riego.
O hacemos algo ahora, o sufriremos pronto las consecuencias del desinterés ciudadano y de la desatención gubernamental.
Otro tema relevante es la falta de mantenimiento de la infraestructura pública existente, debido a los drásticos recortes presupuestales que hicieron para liberar recursos y destinar ese dinero a dádivas clientelares y a obras de dudosa rentabilidad.
Aunque le dan muchas vueltas al asunto y explicaciones poco convincentes, la realidad es que los recientes incendios en el metro, los apagones y la explosión en la refinería de Minatitlán son muestra palpable de la falta de mantenimiento.
El jueves escuchaba en los noticieros a quienes solicitaban a PEMEX contratar 2,500 trabajadores para darle mantenimiento a sus instalaciones.
PEMEX tiene, de acuerdo con estudios comparativos hechos por empresas especializadas, 5 veces más personal del necesario. Sobra ahí, muchísima gente.
Lo que deben hacer los directivos de PEMEX es negociar con el sindicato para redistribuir mejor al personal que ahí labora, cambiando al que está en áreas donde no se necesita o de plano sobra, a las áreas que tienen déficit de trabajadores.
No deben de contratar ya a más personas, porque los políticos y funcionarios se van tranquilamente a sus casas y nos dejan graciosamente embarcados para responder por un enorme pasivo laboral que crece como bola de nieve y al final del día terminaremos pagando los sufridos ciudadanos.
Los escasos recursos disponibles, deberán invertirse en sustituir y modernizar las instalaciones que con el paso del tiempo y la falta de mantenimiento, se han convertido en verdadera chatarra; antes de que haya más accidentes.
No les parece a Ustedes?.
Muchas gracias y buen fin de semana.
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