Contrario al ex Presidente Enrique Peña Nieto, que cerró su sexenio con un 35% de aprobación su administración federal, Andrés Manuel López Obrador lo hace con más del 65%, esto por sí mismo debería ser indicativo, para sus detractores y para la oposición.
Nadie en su sano juicio, podrá negar el impulso que ha tenido el reparto justo de los programas sociales y la lucha contra la corrupción y el interés por construir obras que desarrollen el progreso y el empleo.
Por eso para nadie es un secreto que pese a los esfuerzos de medios y comentaristas de derecha y la guerra sucia a todo lo que da, es difícil que en seis meses la oposición construya una narrativa de campeona de pueblo y cercana a él, de Xóchitl Gálvez, sin embargo, competencia habrá, pues los esfuerzos de la elite van encaminados a evitar la mayoría del Morena en las cámaras, tanto de senadores como de diputados.
La imagen del presidente pese a todo y aun teniendo de una manera clara al INE y al Poder Judicial en contra, esta inmaculada ante el pueblo que se ha visto beneficiado por su gestión, si bien es cierto el dinero de los apoyos sociales no sale de AMLO, como argumenta la oposición, también lo es, que esos recursos antes se los robaban, funcionarios públicos corruptos.
Así las cosas, todos los analistas serios y objetivos, apuntan a que Morena seguirá manteniendo la primera magistratura del País, este 2024.
Es cuánto, amables lectores.
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