Por la mañana de este lunes, tres diputados locales y una más federal –Juan Javier Gómez Cazarín, Rosalinda Galindo Silva, Ana Miriam Ferráez Centeno y Dorheny García Cayetano– hicieron un pronunciamiento público, que algunos leyeron como “presión”, para que el senador Ricardo Ahued Bardahuil se inscriba en el proceso interno de Morena, a efecto de buscar la candidatura a la presidencia municipal.
Sin contar al gobernador, Ricardo Ahued es muy probablemente el actor político mejor posicionado de Morena en la entidad. Es también la única carta realmente competitiva que tiene el movimiento para intentar conservar la capital del Estado.
Ha sido alcalde, diputado local, federal y actualmente senador; es decir, ha ganado cuatro elecciones y, de ser postulado, intentaría una quinta victoria.
No es un mal candidato; por el contrario, es un político de peso, con fama de gente decente. Esta sería, sin embargo, la primera experiencia de Ahued remando a contracorriente: cuando fue candidato a presidente municipal, en 2004, no tuvo que cargar con el descrédito de una administración municipal tan mal evaluada como la de Hipólito Rodríguez, considerado por muchos como uno de los peores ediles en la historia local. En aquella ocasión, su antecesor fue Reynaldo Escobar, quien no realizó un mal papel; tenía presencia e influencia en Xalapa.
Hoy no será igual; si se decide a buscar un segundo periodo en la alcaldía, Ricardo Ahued tendrá que cargar con la loza que significará el mediocre trabajo del actual ayuntamiento.
Tendrá que enfrentar, además, las críticas por dejar el Senado, una vez más. Cuando fue nombrado administrador de Aduanas, pidió licencia al cargo; hoy lo volvería a hacer.
Habría que agregar que si el senador comete un error de cálculo; es decir, si va por su segunda alcaldía y es derrotado –toda contienda implica un riesgo–, dicho resultado será catastrófico para sus aspiraciones de llegar algún día a Palacio de Gobierno.
En redes sociales es evidente el entusiasmo que despierta el senador; pero sus simpatizantes no lo ven como una opción para que Morena mantenga la capital de Veracruz, sino para que busque la gubernatura, el único cargo que le faltaría para concluir una brillante carrera política.
Como sea, esa posible candidatura le conviene mucho más a Morena que al propio Ahued; si don Ricardo es candidato y gana, no así tendría segura una postulación a la gubernatura, dado que los afectos presidenciales parecen favorecer a la poderosa secretaria de Energía, Rocío Nahle; si es abanderado y pierde, hasta ahí llegaría su carrera política y sus malquerientes dentro de Morena tendrían motivos para celebrar.
Veracruz, cada vez más cerca del rojo
A principios de diciembre de 2020, la autoridad estatal de Veracruz celebraba la ubicación de la entidad en el color verde del semáforo epidemiológico por coronavirus. Sin embargo, al relajarse las medidas de confinamiento y sana distancia durante las fiestas de fin de año, la entidad pronto regresó al amarillo y de ahí pasó al naranja, donde se ubica actualmente.
En los primeros 17 días del año se han contabilizado más de 350 defunciones por Covid-19. El problema es que de continuar la tendencia, muy pronto Veracruz podría ubicarse en color rojo.
Actualmente hay 7 municipios en máximo riesgo por coronavirus; y 77 en riesgo alto.
La entidad tiene cerca de 47 mil casos y más de 6 mil 600 defunciones por esta temible enfermedad. Las cifras oficiales deben convertirse en un llamado para extremar las medidas preventivas.
@luisromero85
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