El Acuerdo de Escazú se refiere al «Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe», es el primer instrumento regional de derechos ambientales, que representa una oportunidad histórica para la materialización de la democracia ambiental y la consolidación de la ciudadanía, especialmente de aquellos grupos que han sido histórica y sistemáticamente discriminados; no solo institucionaliza, de manera formal, una aspiración regional, sino que, esquematiza también, el esfuerzo colectivo y la solidaridad entre ciudadanos y ciudadanas de diversos países de la región.
El Acuerdo incluye la primera disposición en el mundo que obliga a los Estados a garantizar un entorno seguro y propicio en el que las personas, grupos y organizaciones que promueven y defienden los derechos humanos en asuntos ambientales puedan actuar sin amenazas, restricciones e inseguridad.
Este “emblemático tratado regional” enfatiza especialmente el objetivo fundamental de proteger el derecho a vivir en un entorno saludable, establece importantes estándares que serán fundamentales para abordar algunos de los desafíos más apremiantes del mundo, como el cambio climático, el declive de la diversidad biológica, la degradación de los suelos, la contaminación del aire y del agua, los desastres naturales y el agotamiento y uso insostenible de los recursos naturales, entre otros.
A dos años de la adopción deeste Acuerdo(marzo 2018)a pesar del buen recibimiento que tuvo, a la fecha con 22 Estados signatarios, cuenta solo con 6 ratificaciones, requiriendo 11 para que el mismo entre en vigory pueda convertirse en un efectivo instrumento regional.
Al refrendar cuanto antes dicho Tratado, nuestro país reforzará su firme compromiso con la protección del medio ambiente y los derechos humanos.
Asimismo, impulsará la acción conjunta entre varios países para el desarrollo sostenible, promoviendo la generación de capacidades, en particular a través de la cooperación Sur-Sur, con la finalidad de mejorar la formulación de políticas y la toma de decisiones con certidumbre jurídica.
Sin embargo, el Acuerdo entrará en vigor 90 días después de que haya sido depositado el onceavo instrumento de ratificación, aceptación, aprobación o adhesión.
De ahí quese haya insistido en la importancia de que el Senado mexicano ratifique el Acuerdo a la brevedad.
La implementación del Acuerdo de Escazú en México representaría un avance clave para la defensa del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático.
Además, contribuiría a que el Estado brinde la protección que requieren las personas defensoras del territorio y el medio ambiente.
Aún así, todavía quedaría camino por recorrer, dependerá mucho de las modificaciones yadecuaciones normativas y políticas necesarias para lograr los estándares deEscazú, así como también del rol colaboradory vigilante de diversos actores sociales y laciudadanía en general para la construcción deuna gobernanza ambiental inclusiva.
Lo importante delAcuerdo de Escazú será su contribución a la protección del derecho de cada persona, de las generaciones presentes y futuras, al desarrollo sostenible y a vivir en un medio ambiente sano.
#CambiaUnaAccionCambiaTodo
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