Si ya has identificado que estás atrapado en la trampa vital de la vulnerabilidad, ya diste el primer paso para dejar atrás ese miedo que te limita.
Un cambio es posible, y sobre todo necesario, para que puedas recobrar tu vida y disfrutar de aquellas cosas de las que te has perdido por vivir con miedo.
Así que aquí te comparto algunos pasos que te sacudas el miedo y te deshagas de la vulnerabilidad:
1.- Intenta comprender los orígenes de tus miedos.
2.- Haz una lista de tus miedos específicos
3.- Elabora una lista de situaciones temidas, ordenada de mayor a menor
4.- Reúnete con las personas que quieres (cónyuge, padres, hijos, etc.) y consigue su apoyo para superar esos miedos.
5.- Examina la probabilidad de que ocurran las cosas a las que le tienes miedo.
6.- Escribe tarjetas de recordatorio por cada miedo, que te ayuden a gestionar tus emociones en momentos de caos.
7.- Habla con tu niño interior. Hurga en tu pasado para encontrar esa experiencia detonadora de la vulnerabilidad, aunque sea dolorosa. Y habla con tu niño interior para intentar sanarla. Sé esa persona fuerte que necesita.
8.- Practica técnicas de relajación.
9.- Empieza a enfrentarte a cada uno de tus miedos ejerciendo pequeños ejercicios de imaginación.
10.- Hazle frente a cada miedo en la vida real.
11.- Refuérzate y celébrate tras cada paso que consigas.
Estos pasos nos ayudan a identificar y desprogramar el miedo y la vulnerabilidad desde su origen para que no tengan efectividad en nosotros.
Es como enfrentar a ese monstruo de mil cabezas y salir ileso de la batalla.
¡Inténtalo! ¡Confía en ti y en tus posibilidades!
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