Nunchi: el método coreano para la inteligencia emocional

En una sociedad que enseña cada vez más el individualismo, el egoísmo y la poca empatía, el método Nunchi viene a enseñarnos a entender las emociones ajenas para construir relaciones sanas y satisfactorias con nosotros mismos y nuestro entorno.

Nunchi significa “Fuerza ocular” o “Medida del ojo”, es decir, aprender a entrenar nuestra sensibilidad, nuestro criterio, leer las señales de lo que nos rodea para entender cualquier situación. Tener una visión general del contexto, captar lo que sucede para saber lo que sienten y piensan los demás. Pero, ¿para qué? Pues, según la cultura coreana esto nos permite encajar, tener más empatía, saber vivir en colectividad, tener mayor inteligencia emocional y hacer de la vida más llevadera.

Cuando un niño sube las escaleras por el lado izquierdo cuando el resto lo hace por el lado derecho, sus padres le reprochan el no tener Nunchi. En las escuelas, no existe la figura de conserjería o mantenimiento, ya que les enseñan desde muy niños a encargarse de su propia limpieza sin necesidad de que otra persona lo haga por ellos. Es parte del sentido común, de la integración, de la educación y de tener consideración con el prójimo.

El Nunchi es una obligación ancestral, una norma de etiqueta y un imperativo social que determina el éxito o fracaso de una persona en una sociedad vista como una colmena. Gracias al Nunchi evitas situaciones desafortunadas, peleas, discusiones, malos tratos y disgustos. Evitas un mal momento a alguien más y así logras tu propia satisfacción por consecuencia.

Gracias al Nunchi:

• Te conectas con tu entorno social: te pones en el lugar de las personas y actúas en consecuencia.

• Obtienes una habilidad interpersonal: la comunicación, el sentido común, la diplomacia la empatía, y otras destrezas o herramientas sociales necesarias para cualquier entorno.

• Creamos lazos de confianza: las personas se sienten seguras contigo porque eres capaz de entender las señales de tu entorno y actuar en conformidad.

¡Así que te invito a practicar el método Nunchi de ahora en adelante!