Se le han atribuido la gran mayoría de los beneficios de hacer ejercicio a aquellas actividades que son más demandantes, haciendo que el hecho de caminar deje incluso de verse como ejercicio y se considere por algunas personas como una pérdida de tiempo.
Ann Green, atleta de nivel mundial dice: “caminar mejora la condición física, la salud del corazón, alivia la depresión y la fatiga, reduce el estrés y el dolor en las articulaciones, previene el aumento de peso, reduce el riesgo de cáncer y de enfermedades crónicas, mejora la circulación y la postura, y la lista podría continuar”.
Repleto de beneficios para el cuerpo y la mente
Parece ser que caminar es el equivalente a la meditación: una actividad bastante simple que no requiere altos niveles de energía, tiempo ni equipo, pero que llenan la vida de sus practicantes de beneficios.
Un estudio de la Universidad de Stanford reveló que una caminata incrementa en un 60% la creatividad, al permitir un flujo constante de ideas para resolver algún problema; también, caminar durante 10 minutos tiene el mismo efecto reductor de ansiedad que una rutina de ejercicio de 45 minutos, y hacerlo en la naturaleza reduce el nivel de pensamientos negativos.
La memoria es otra de las áreas de la mente que se ve afectada positivamente por el hecho de caminar, pues previene el deterioro del tejido cerebral. Sin lugar a dudas, incorporar a la rutina del día a día una caminata de entre 15 a 30 minutos puede hacer una gran diferencia en nuestra vida a largo plazo.
Aún es estos tiempos de distanciamiento social, caminar es una gran opción sencilla y accesible para todas y todos.