Las ganancias de la pandemia

Después de la tormenta viene la calma, y si bien la tormenta que desató el COVID-19 aún está lejos de terminar, se atisba finalmente algo de tranquilidad tras los esfuerzos mundiales por implementar la vacuna y poder así regresar a la normalidad. Sin embargo, es muy cierto que solemos valorar algo aún más cuando lo perdemos, y es por ello que ahora es un buen momento para reflexionar en las cosas buenas que han surgido a partir de la pandemia y no permitir que las apreciemos cuando sean cosa del pasado.

Ha estimulado nuestra capacidad de adaptación

Parte de la genética humana es poder adaptarnos prácticamente a cualquier escenario. Como lo dice Victor Frankl, autor del libro internacionalmente reconocido, El Hombre en Busca de Sentido: “Al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades humanas –la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias– para decidir su propio camino”. Por más agradables que puedan parecer las cosas, hemos de recordar que todo está en constante cambio, por lo que recordar nuestra alta adaptabilidad es útil para enfrentar cualquier cosa.

Estamos conectando entre nosotros

Si bien es el fin último de las redes sociales, la tendencia de utilizarlas para crear división y oposición seguía incrementando hasta la llegada de COVID-19. Ahora, hemos descubierto que darles el uso para el cual fueron diseñadas, vuelve a las redes sociales en uno de los mejores refugios del ajetreo del día a día. Podemos encontrar en todo el mundo a personas que se sienten igual que nosotros y así encontrar algo de alivio. No hemos de olvidar que antes de ser seres racionales somos seres emocionales, y necesitamos la conexión entre nosotros para poder salir adelante.

Y también con la naturaleza

El tener la oportunidad de ponerle una pausa a la cotidianidad con la que ya teníamos mucha familiaridad nos ha permitido reconocer nuestra tendencia natural a estar en contacto con la naturaleza. Ya sea llenando el hogar de plantas, comprando una mascota o incrementando las visitas a los espacios naturales, millones de personas recuperaron su conexión con el mundo natural e integraron algo nuevo a su vida que ahora les beneficia todos los días. Somos parte de la naturaleza: no lo podemos olvidar.

Tómate un tiempo para analizar las cosas positivas que la pandemia ha dejado tanto a nivel personal como a nivel global, y recuerda que todo es del color del cristal a través del cual se le mira.