El agradecimiento es una de las emociones más poderosas. Es imposible albergar dentro nuestro una emoción negativa cuando nos encontramos en un estado de gratitud.
Dar las gracias nos hace sentir mayor felicidad y satisfacción. Estudios de la Universidad UCLA, han comprobado que la gratitud cambia las estructuras neuronales de nuestro cerebro.
Además, según el estudio, la gratitud:
1. Remueve emociones tóxicas
2. Reduce el dolor
3. Mejora los patrones de sueño
4. Ayuda a bajar los niveles de estrés
5. Reduce la ansiedad y la depresión
Para conectar con esta emoción y mantenerla presente en tu día a día, piensa a la hora de dormir en tres cosas por las que quieras dar gracias. No tienen que que ser eventos extraordinarios, pueden ser cosas muy sencillas o cotidianas. Siempre hay algo que agradecer.
Si las escribes (o las dibujas) mejor aún. Ve apuntando también cómo te sientes cada vez que haces ese pequeño inventario, y date cuenta de cómo tan solo unos minutos de agradecimiento transforman todo tu día.