La fórmula de la motivación

Una cucharadita de carácter, una pizca de ánimo, 10 gotitas de coraje y dos puñitos de espíritu.

La chispa que enciende tu espíritu de guerrero se llama motivación, esa luz interna que te brinda la capacidad para focalizar tu esfuerzo físico y emocional y así cumplir tus metas. 

Esas terribles ganas de iniciar, continuar y finiquitar un desafío, ya sea laboral, familiar, profesional o personal, todos la tenemos, pero en ocasiones se apaga cuando sucede una frustración o la fuerza de voluntad se afloja cuando lo has intentado una y otra vez sin suerte.

Para que en breve surja esa gasolina interior, es preciso que: 

• Halles tus propias motivaciones, las de los otros no te sirven. Motivaciones personales para que levantes la toalla y te finques esos propósitos con buenos resultados. 

¿Cómo le hago? Primero conecta contigo mismo, haz un alto en tu tren de vida para reflexionar en torno a todo aquello que te brinda fuerza, que te pinta los días y que le da a tu existencia esa vitalidad extra, lo que te hace saltar de la cama cuando aún es de noche o llueve o hace mucho frío. 

La pasión es el poder desbocado para mover tu vida hacia donde tú quieras. Una vez hecho este ejercicio, trata de incluir esa energía en tu rutina de vida diaria, que te acompañe e incentive constantemente. 

• Te Rodees de gente muy motivada, que generalmente consigue sus metas. Te contagiarás de sus ganas. 

Así que adelante, consigue ya esa meta que te has trazado (bajar de peso, ese puesto laboral, dejar de fumar, terminar una carrera, reconciliarte con ese ser querido), diseña un plan de trabajo con todo y plan B, confía en ti y no dejes pendientes en el camino.