Cuando nos sentimos imperfectos, creemos que no somos merecedores de amor, y que esa persona que amamos se alejará tan pronto se entere de nuestros defectos.
Entonces, construimos un caparazón para no mostrarnos tal y como somos ante los demás, de modo que no conozcan ¨la verdad¨. Nuestra esencia, entonces, permanece escondida y esto impide una sana relación afectiva y de intimidad con nuestras parejas.
¿Cómo saber si tú o tu pareja viven bajo la trampa vital de la imperfección?
Estas son algunas de las señales:
Si te sientes identificado, es hora de poner manos a la obra para lograr ese cambio tan necesario en tu vida y desprogramar esa idea de imperfección que tanto daño te ha causado en tus relaciones.
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