Veracruz | 2022-10-07
Como un martirio califican los habitantes de Lomas 4, Torrentes y Río Medio el tiempo que tardan en llegar a su trabajo día con día, pues deben transitar por calles en mal estado, sin rutas alternas, camiones del servicio público de mala calidad y por supuesto la distancia.
Juana Meza López vive en Lomas de río Medio 4, trabaja en el centro de la ciudad de Veracruz.
Su horario de entrada es a las 8:30 de la mañana, por lo tanto, debe salir a las 7:20 de la mañana y para ello levantarse a las 6 am.
La única ruta que la deja cerca de su centro laboral es la “Costera-Lomas 4”, sin embargo, casi siempre le toca lleno por lo que viaja en las escaleras, con la puerta abierta o aglomerada completamente.
En ocasiones sale más temprano para tratar de abordar una unidad más vacía, pero ante la alta demanda de los usuarios de la zona norte de la ciudad de Veracruz, difícilmente logra el objetivo.
Pese a ello admitió que sale de Lomas 4, pasa por Torrentes, hasta salir a Rafael Cuervo.
Su recorrido es de 45 minutos a una hora, dependiendo el tráfico y la velocidad con la que maneja el chofer.
Sin embargo, por falta de una ruta alterna, cuando quedó en desuso el Puente Torrentes su recorrido era de dos horas, aproximadamente, ya que las únicas dos salidas eran por Las Granjas y Tejería.
“En ambas está muy largo el recorrido. Por Tejería nos tocó que había accidentes y se hizo cuello de botella y nos tocó hasta dos horas de camino. Esa vez fueron tres días sin puente y tuve que salir más temprano y llegué tarde y tuve que avisar por el inconveniente”.
El tiempo de traslado aumenta para llegar a lugares de recreación como la zona de plazas.
Para ello lo más conveniente es tomar la ruta “Norte- Sur” y el tiempo que se ocupa es superior a 1:20 horas.
“Hay dos vías. El Norte –Sur vía corta y el Norte-Sur Dos Bahías. El primero sale por la plaza y el otro da mucha vuelta. Da mucha flojera ir a las plazas porque el camino está muy largo para llegar”.
Se suma la falta de capacitación de los choferes y su falta de calidad del servicio ya que en su mayoría conducen sin precaución.
Algunos llevan la música a todo volumen, con luces led y no escuchan cuando el usuario le hace la parada para descender.
“Son muy inconscientes, se vuelan los semáforos, se meten por rutas que no les corresponde para llegar más rápido. Cuando te vas a bajar no te escuchan y te pasas como cinco cuadras o si vas atrás debes caminar para adelante para que te escuchen y luego se ponen groseros”.
En la zona norte las calles reportan alto deterioro, incluso en ocasiones los propios autobuses quedan atrapados, pues ni sus llantas logran salir.
“Las calles están horribles, más que los camiones, tanto que ya le pusieron de apodo Lomas de los Hoyos 4”.
/pn