Seguridad energética garantizaría desarrollo en Veracruz

La transición a energías limpias y el uso de gas natural, claves para la seguridad energética en Veracruz

Veracruz | 2024-03-21

Los constantes apagones que enfrentan ciudadanos y empresas en diversas regiones del estado de Veracruz, muestran la importancia que tiene la energía en las actividades cotidianas, ya que se trata de uno de los elementos que permite el impulso del desarrollo y el bienestar social.

Dependencias gubernamentales como la Secretaría de Energía, así como organismos nacionales e internacionales como la ONU y el IMCO, coinciden en la necesidad de garantizar la seguridad energética para resolver los problemas de suministro.

Veracruz es un estado que cuenta con todas las facilidades para transitar a la seguridad energética, debido a la riqueza de sus recursos naturales, su posición geográfica estratégica y la confianza que brinda la inversión pública y privada a las empresas.

Transitar a la seguridad energética impacta tanto a la población en general, como a la competitividad de la región, la inversión económica, el medio ambiente y la planificación gubernamental. En esencia, se trata de garantizar que la energía necesaria para el funcionamiento diario y para los planes de crecimiento a largo plazo esté disponible de manera confiable, sostenible y a precios razonables.

¿Por qué falta energía en Veracruz?

Durante los últimos años, los veracruzanos hemos sido testigos de diversas contingencias energéticas, desde apagones hasta alzas desconcertantes en las tarifas eléctricas. Estos eventos, lejos de ser aislados, son síntomas de un sistema energético que enfrenta retos en su capacidad de producción, transmisión y distribución.

La sobredemanda, la vieja infraestructura y la dependencia de fuentes inestables, como la hidroeléctrica en periodos de sequía, son factores que han contribuido a la falta de suministro en ocasiones críticas y que han generado protestas de usuarios domésticos, así como de empresarios agremiados a cámaras como la Coparmex, la Canacintra y la Canaco.

El paradigma energético de Veracruz descansa principalmente sobre la producción termoeléctrica, tomando ventaja de la infraestructura de la petroquímica y la capacidad en generación de energía a partir de derivados de petróleo y gas natural. Aunque la región es rica en recursos hidroeléctricos y eólicos, su aporte a la red eléctrica es mínima, lo que limita la diversificación en la matriz energética.

Los apagones, o cortes no programados en el suministro eléctrico, suelen derivarse de situaciones de emergencia en el sistema. Esto puede ser desde una falla puntual en la infraestructura hasta la sobrecarga generalizada por picos inesperados de demanda.

Un sistema eléctrico robusto debería ser capaz de prevenir y atender rápidamente tales eventualidades, sin embargo, en Veracruz, estos casos han sido más frecuentes y prolongados de lo deseable. Un abasto continuo de gas natural e infraestructura de vanguardia haría que las plantas generadoras de electricidad funcionaran adecuadamente para abastecer el suministro eléctrico que se requiere, además de que al dejar el uso de combustibles como el petróleo el impacto ambiental también se vería beneficiado.

¿Cuál es el papel de la Transición Energética?

La transición energética es un proceso global que busca reducir la huella de carbono y alcanzar la sostenibilidad y es uno de los objetivos claves de la ONU. En Veracruz, el cambio hacia energías limpias y renovables jugará un papel determinante en la seguridad energética a largo plazo, así como en la mitigación de los impactos medioambientales negativos asociados con las actuales fuentes de generación de energía.

El gas natural juega un papel crucial para Veracruz y el sureste de México, posicionándose como un recurso estratégico para fortalecer la seguridad energética y estimular, a su vez, el desarrollo económico regional. Su importancia no sólo radica en ser una fuente de energía más limpia en comparación con los combustibles fósiles tradicionales, sino también en su papel para la generación de electricidad.

La disponibilidad de gas natural asegura un suministro constante y confiable, necesario para alimentar las plantas termoeléctricas y responder así a la creciente demanda de energía. Además, el gas natural incentiva inversiones en infraestructura energética y proyectos industriales, fomentando la creación de empleos y el crecimiento económico.

Este recurso es clave para la transición energética hacia fuentes más sostenibles y para la competitividad de Veracruz y el sureste en el escenario económico nacional e internacional.

¿Cómo asegurar la energía de Veracruz?

Para garantizar la seguridad energética, se requiere una perspectiva integral que incluya la modernización de la infraestructura eléctrica, la promoción de fuentes renovables y la mejora de la eficiencia energética. Esto implica una colaboración entre el sector público y privado, así como una planificación anticipada y realista de la demanda energética en constante crecimiento.

El camino hacia la seguridad energética en Veracruz no es fácil, pero es necesario. Requiere una visión a largo plazo y la adopción de tecnologías innovadoras para una gestión eficiente y responsable de los recursos. Asimismo, invita a la comunidad a participar activamente en la construcción de un modelo energético inclusivo y sostenible que beneficie tanto al presente como al futuro de Veracruz y sus habitantes.

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