Veracruz | 2023-11-11
Ante la escases de plátano en la Cuenca del Papaloapan, derivado de la sequía que afectó este año al estado de Veracruz, comerciantes deben viajar a Chiapas y Tabasco para traer este producto, señaló José Vázquez vendedor de plátano en el mercado Malibrán.
José Vázquez tiene 35 años vendiendo plátano roatán y macho en una bodega del mercado Malibrán, el producto que comercializan lo traen de la Cuenca del Papaloapan, Chiapas y de Villahermosa, Tabasco.
“Nosotros la traemos de Chiapas, de Villahermosa, Tabasco; aquí la Cuenca del Papaloapan. Ahorita la Cuenca del Papaloapan ya se está escaseando porque no llovió, aquí por Martínez de la Torre igual se está escaseando, entonces tenemos que buscar cargar hasta Chiapas”, dijo.
Afirmó que la calidad es variable y el mejor es el que se cosecha en la Cuenca del Papaloapan, pero por la sequía de este año escaseó el producto.
“No, diferentes. El mejor es de la Cuenca para exportación, por el clima, por la tierra es diferente”.
Traer el plátano desde la localidad Ciudad Hidalgo, en Suchiate, Chiapas o desde Villahermosa, Tabasco, incrementa los costos, reflejándose también en el precio final al consumidor.
El plátano que más se vende es el roatán, el cual en el campo lo consiguen a 5 pesos el kilo y en el puerto lo venden a 8 pesos, mientras que el plátano macho lo consiguen a 10 pesos en el campo y lo venden desde los 12 a 14 pesos en locales del mercado Malibrán.
Agregó que en Chiapas está más barato el plátano pero se encarece por el flete, por ello solo traen plátano bajo pedido logrando traer un camión con 14 a 16 toneladas.
“Del flete ahorita estamos pagando 22 mil pesos de aquí a Suchiate, Ciudad Hidalgo se llama (la localidad), casi hasta la frontera con Guatemala. Mi patrón lo trae y aquí lo anda repartiendo, ya son pedido… por dos toneladas no vamos a ir allá, va a salir muy caro el flete, mejor se trae un camión para distribuirlo acá a los compañeros”, comentó.
Sin embargo, las ventas no son buenas en el mercado Malibrán, pues la gente compra menos y una vez que madura el plátano, a los tres días la cascara se pone pinta y cambia de color por lo que la gente no lo compra
“Se echa a perder y ahí perdemos nosotros (…) Hay veces que quedan 200 kilos, 300 kilos y ahí está la ganancia”, mencionó.