Pescadores, los protectores de la Laguna de Mandinga

Mandinga, un pueblo de pescadores cerca de Veracruz, enfrenta la amenaza de la urbanización mientras lucha por preservar su entorno natural

Mandinga | 2024-08-11

A media hora del puerto de Veracruz, se encuentra Mandinga, un pueblo de pescadores que se mueven alrededor de la laguna en la que ofrecen actividades para turistas, incluso los propios habitantes la han vuelto sustentable.

En este lugar hay más de 3 mil 700 hectáreas de superficie en las que el manglar defiende la supervivencia natural, pero, el avance de la urbanización significa una amenaza constante para la fauna local.

Mandinga es un pueblo que se fundó en el año 1570 por esclavos negros que se dedicaron a la pesca. Como pueblo afrodescendiente, han buscado que sus raíces perduren y actualmente luchan para que se reconozca ese legado.

Un potencial turístico

La subsistencia económica de los pobladores de Mandinga se centra en la prestación de servicios turísticos como la gastronomía, paseos acuáticos y los atractivos que hay en la naturaleza.

Siendo la temporada vacacional donde llegan cientos de turistas atraídos por la gastronomía basada en los mariscos que produce la laguna, principalmente el ostión, al que le han otorgado propiedades afrodisíacas.

En los recorridos que pueden realizarse en la laguna, se pueden admirar los manglares, lugar donde subsisten cientos de especies terrestres y acuáticas.

Isla de las Conchitas

En mandinga también se encuentra la Isla de las Conchitas, se le dio ese nombre debido que la superficie está repleta de conchas y caracolas.

Anualmente son miles las personas originarias de diferentes partes del estado y del país, incluso del extranjero que visitan la pequeña isla.

Isla de las Aves

Muy cerca de la Isla de las Conchitas se encuentra la Isla de las Aves, donde se concentran garzas, patos silvestres, gaviotas, entre otras especies, que llegan a reproducirse, a empollar, crecer o incluso a morir.

Estas aves están de tres a cuatro meses en la isla, porque en el mes de octubre abandonan la isla de la laguna de Mandinga y siguen su trayecto al sur, en busca de un clima más cálido.

Cuidados de protección ambiental

Cabe mencionar que parte de los riesgos por los que pasa esta laguna, son los fraccionamientos que poco a poco se acercan a la zona de manglares. Incluso hay algunos que peligrosamente estarían a punto de abrir brecha para la laguna.

Para que la laguna no se contamine, la agencia municipal ha trabajado consiguiendo depósitos de latón que son habilitados como depósitos de basura, esta iniciativa de la agente ha reunido 80 de estos enormes botes que han servido para que los habitantes y turistas ayuden a que la laguna siga teniendo ese atractivo natural que los distingue.

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