| 2024-11-05
Los últimos diez años han sido testigos de un incremento en naufragios en las aguas del Golfo de México, donde tanto pescadores como bañistas han enfrentado peligrosas condiciones que han resultado en pérdidas humanas y materiales.
Bernardo Hernández Guzmán, presidente de la Federación de Pescadores del Puerto de Veracruz, detalló que los cambios climáticos han generado vientos más intensos y menos predecibles, dificultando la labor de quienes se aventuran en el mar.
Destaca que los eventos de norte, caracterizadas por ráfagas intensas, representan la principal amenaza para los pescadores que buscan el sustento en las enormes dimensiones del Golfo de México.
"La que más nos impactó por el número de muertos fue la de hace aproximadamente 4 años, que fue un norte explosivo que pegó de más de 140 kilómetros, aunque los pronósticos marcaban que fue de 100, 110, acá en el mar los vientos son diferentes, más fuertes", recordó.
Ese evento resultó en la pérdida de dos pescadores, uno de Veracruz y otro de Antón Lizardo, al ser arrastrados por la fuerza del oleaje.
Durante los últimos años, la frecuencia e intensidad de fenómenos meteorológicos han aumentado, sorprendiendo a los pescadores en alta mar y dificultando su regreso seguro.
Según Bernardo, la temporada de nortes, que usualmente inicia en noviembre, todavía no ha comenzado oficialmente este año, pero el temor persiste: "Ahorita no ha habido norte, pero los que vengan serán violentos y explosivos".
"Van hacer explosivo y eso ocasiona que no nos dé tiempo a llegar a la costa [...] hay nortes que pegan de manera violenta que no les dio tiempo y la actividad la hacen de aquí a la isla (Sacrificios) si ves estamos a menos de 1 kilómetro de distancia y eso ocasionó que no pudieran llegar compañeros".
A lo largo de la última década, los pescadores han experimentado diversos eventos extremos, desde turbonadas hasta tormentas eléctricas y su única defensa es el equipo adecuado y el conocimiento del clima. Sin embargo, el pescador explica que incluso los más experimentados pueden ser sorprendidos.
"Traer el motor en optimas condiciones, la embarcación ahora sí que un poco reforzada, la maña o la experiencia que tiene el pescador cuando ves la famosa barda, pero siempre vas a contar con los imprevistos".
La Federación de Pescadores ha implementado diversas recomendaciones para reducir los riesgos; entre ellas, destaca mantener los motores en óptimas condiciones, asegurarse de que el equipo (el motor) esté bien cerrado para evitar daños por el agua y reforzar las embarcaciones ante el fuerte oleaje.
Además, Bernardo Hernández exhorta a estar atentos a los pronósticos del tiempo, observando el oleaje y las nubes para prever cambios repentinos en el clima. Sin embargo, advierte que en situaciones extremas, el tiempo de reacción es muy breve, limitando los llamados de emergencia.
Los pescadores, conscientes de los riesgos, han optado por respetar las indicaciones de Capitanía de Puerto en situaciones de alto riesgo, a pesar de la pérdida de días laborales.
En un contexto donde el cambio climático aumenta la incertidumbre sobre el comportamiento de los vientos, los pescadores prefieren salvaguardar su seguridad y la de sus embarcaciones.
"Hemos tenido varios accidentes te comento porque eso es ahora sí que la vivencia que tenemos nosotros, de luchar contra se puede decir que la naturaleza, sabemos que no es esa la palabra, pero bueno la vemos así y lamentablemente también hemos tenido pérdida materiales".
Este llamado a la prudencia se ha vuelto esencial en un contexto donde las aguas del Golfo de México se muestran cada vez más impredecibles, afectando no solo a los pescadores, sino también a los turistas y bañistas que visitan la región.
Finalmente, Hernández Guzmán, indicó que la coordinación entre los pescadores, Capitanía del Puerto y las instancias marítimas son clave para minimizar los efectos de estos fenómenos naturales y proteger la vida en el mar.