Boca del Río | 2021-09-03 | Cristian Pulido
La pandemia aún no suelta a los lancheros prestadores de servicios turísticos de la cabecera municipal de Boca del Río, la crisis en la que los sumió el año pasado aún no les deja zarpar a las aguas de la estabilidad económica, en esta tercera ola de contagios la demanda sigue baja en un 75%, continúan recurriendo a otras actividades como la pesca y la albañilería.
“La verdad no hay nada, luego nos vamos a pescar a hacer otras actividades porque no hay nada, en fin de semana podría haber un viaje, dos y ya, para repartirlo entre doce compañeros que somos”, dice Faustino Rivera, uno de los tres lancheros que fueron a trabajar el viernes.
Y es que de los 12 prestadores de servicios que son en esa cooperativa, sólo trabajan entre 3 o 2 por día, mientras que en las pasadas vacaciones la situación cambió muy poco a favor.
“En vacaciones nos fue mal comparado con otros años, si a caso tuvimos un 25 por ciento de demanda a comparación de otras vacaciones”, dice Tino quien apunta además que en estas vacaciones se rolaron la mitad de los compañeros por día, jamás tuvieron que ir a trabajar los 12 lancheros.
Deplorable
Todo esto que viven pareciera un “dejavú” de la año pasado cuando la cuarentena los sorprendió y es hora de que no los suelta, por lo pronto el escaso dinero no alcanza ni para estar al día con las reglamentaciones locales.
“Ahorita no ha salido ni para pagar los permisos que ya se vencieron. Al día ganábamos 250 pesos antes de la pandemia, ahorita nos llevamos $60, $70, $80, el caso es que nada más vienen dos o tres lanchas, en fin de semana vienen la mitad, 6 o 7”.
Rivera asegura que en un fin de semana de otro año sacaban entre $400 o $500, hoy entre $100 y $200 si bien les va, normalmente el precio del recorrido en el río hacia las lagunas de mandinga y demás era de $180, pero hoy por la pandemia está a mitad de precio.
“Nosotros somos los más afectados, el gobierno no le importa lo que pase con nosotros”, dice Clemente Juárez quien también presta el mismo servicio turístico y que desde el año pasado esperan aún la ayuda por parte de los tres niveles de gobierno.
Como muchos, estos trabajadores invierten en muchos insumos y algunos de ellos caros como el diesel y la ganancia es poca. Siguen con sus medidas de prevención, sus lanchas sólo aceptan el 50% de la ocupación y se sientan separados los paseantes.