Veracruz | 2024-11-22
Este 22 de noviembre, el Estado de México fue testigo de una estrategia de seguridad sin precedentes conocida como Operación Enjambre, que resultó en la detención de una alcaldesa y tres altos mandos de seguridad en los municipios de Amanalco, Ixtapaluca, Tejupilco y Naucalpan.
Este operativo, llevado a cabo por diversas corporaciones de seguridad federales y estatales, tiene como objetivo principal desarticular redes del poder político vinculadas al crimen organizado.
La Operación Enjambre es una acción coordinada por la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) en colaboración con instituciones como la Guardia Nacional, la Secretaría de Marina (Semar), la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Secretaría de Seguridad del Estado de México.
Su propósito es ejecutar órdenes de aprehensión contra funcionarios públicos, principalmente alcaldes y mandos policiales, señalados por su presunta relación con actividades delictivas.
Los operativos se caracterizan por ser sigilosos y rápidos, desplegando fuerzas de seguridad en múltiples municipios de manera simultánea. Hasta el momento, 14 órdenes de aprehensión han sido giradas contra diferentes funcionarios en el Estado de México.
Entre las detenciones más destacadas se encuentran:
Además, se reportó el presunto suicidio de Isidro Cortés Jiménez, titular de Seguridad Pública de Texcaltitlán, al enterarse de que sería detenido como parte del operativo.
Aunque hasta el momento no hay indicios oficiales de que la Operación Enjambre se extienda a otros estados, el impacto del operativo ha generado interés en varias regiones, incluida Veracruz, donde las denuncias de presunta corrupción y vínculos entre autoridades y el crimen organizado también han sido frecuentes.
Veracruz, con una geografía estratégica y retos significativos en materia de seguridad, podría beneficiarse de una estrategia similar para depurar las instituciones y combatir posibles vínculos con actividades ilícitas. Sin embargo, implementar un operativo de esta magnitud requiere coordinación entre distintos niveles de gobierno y fuerzas de seguridad.
La Operación Enjambre marca un precedente en la lucha contra la corrupción y el crimen organizado en México. Aunque por ahora se limita al Estado de México, representa un ejemplo de cómo la coordinación entre fuerzas de seguridad puede desarticular redes delictivas que afectan la vida de los ciudadanos.
En estados como Veracruz, donde también se enfrentan retos similares, estrategias de este tipo podrían ser una herramienta clave para mejorar la seguridad y la confianza en las instituciones.